[su_heading]Socio Auditoría Deloitte Honduras , Nasry Rodríguez[/su_heading]
En 2020, la pandemia COVID-19 obligó a las organizaciones de todo el mundo a poner en práctica formas radicalmente nuevas de trabajar y operar en medio de los efectos económicos y humanos, el mayor cambio se presentó en incrementar la modalidad de trabajo remoto. Como líderes, en esta nueva modalidad, necesitamos acoger rápidamente lo virtual como una situación normal y cada uno de nosotros necesita ser un modelo del rol virtual para nuestros equipos de trabajo. Hoy, tenemos la oportunidad de llevar el liderazgo virtual al siguiente nivel y aprender a generar un impacto que trascienda: pensemos más en equipos trabajando remotamente, colaboradores más independientes y horarios flexibles; fortalecer las competencias del liderazgo virtual es crucial no solo ahora, sino en el futuro.
De acuerdo al estudio realizado por Deloitte llamado “Liderando equipos virtuales” se han definido ocho principios para llevar exitosamente a los equipos a un alto desempeño virtual:
- Volver a encender el propósito del equipo y aclarar sus roles. Aseguremos que, en todo momento, nuestros equipos tengan claros sus propósitos; el propósito y los principios por los cuales usted trabaja necesitan estar claros y deben ser entendidos por todos los miembros de los equipos para que cada uno esté comprometido con ellos.
- Establecer un nuevo ritmo de trabajo. Definamos nuevas tradiciones, decidamos qué se debe volver una tradición para nuestros equipos; las reuniones informales son invaluables para el compromiso y productividad, también podemos programar reuniones regulares de forma recurrente pues son claves para validar el logro de los propósitos.
- Dar seguimiento a los progresos. Debemos ser conscientes de las capacidades individuales y colectiva de nuestros equipos para revisar continuamente el progreso de las tareas asignadas, debemos ser extremadamente estructurados en la priorización de las tareas asignadas al equipo y necesitamos re-valorar qué tareas ya no son relevantes y qué tareas repentinamente se han vuelto críticas.
- Aprovechar la tecnología para una mayor colaboración. Para tener éxito los equipos virtuales verdaderamente necesitarán explotar e incorporar tecnologías en sus formas de trabajar, la nueva realidad es virtual y la tecnología por lo tanto será un facilitador eterno.
- Estar visible y accesible frecuentemente. Mantengamos la mente abierta al cambio en las necesidades de los miembros de nuestros equipos y aún más importante, escuche y haga lo que usted pueda para resolver las mismas, démonos cuenta de las barreras que pueden existir para ayudar a removerlas, ayudemos a quienes les cueste adaptarse, pero también hay que acompañar a los que se han adaptado rápidamente.
- Comunicarse estratégicamente. En tiempos de incertidumbre necesitamos comunicarnos más, no menos; es importante coordinar y estructurar los mensajes a comunicar, descifremos cómo podemos utilizar diferentes formatos y plataformas para comunicarnos con el objetivo de mantenernos dinámicos.
- Empoderar y promover el auto liderazgo. Considerando que no se puede tener control de todo al mismo tiempo, debemos construir confianza y empoderar a nuestros equipos para que actúen y tomen la iniciativa en pro del logro de los objetivos, al confiar en nuestros equipos damos luz verde para actuar rápido e intentar cosas nuevas y como resultado, veremos que la innovación surge de los miembros del equipo.
- Asegurar el bienestar de los colaboradores. La mayoría de los aspectos de nuestras vidas se mezclan en una neblina borrosa cuando se trabaja virtualmente, debemos fomentar que se establezcan fronteras y condiciones para el trabajo virtual, tener rutinas saludables no es un discurso nuevo, asegurarnos del bienestar mental y físico de nuestros equipos es crítico para lograr los objetivos.
