***No existe una lucha igualitaria entre el hombre y la mujer en la política, debido a que hay un estereotipo que determina una mayor confianza del votante hacia un candidato hombre.
[su_pullquote]Por: Gerzon Padilla[/su_pullquote][su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
Los hondureños tienen derecho a conocer por quiénes van a votar en las próximas elecciones generales, ya sea en el nivel presidencial, diputados o en los gobiernos locales.
Es por eso que HONDUDIARIO hará una serie de entrevistas con personajes que se lanzan al ruedo por primera vez y ahondará sobre su trabajo, vida y sueños.
En esta ocasión hablaremos con Alia Kafati, candidata a diputada por el Partido Liberal, una licenciada en sicología con especialidad en educación, que también es madre soltera con tres hijos varones.
Al iniciar la conversación, Alia se mostró confiada, pese a que es la primera vez que opta a un cargo de elección popular, puesto que tiene el apoyo de un sector con el cual ha trabajado durante casi cuatro años.
Ella inició una fundación de ayuda a la mujer que se llama “Hay Salida”, en la brinda consejería y asesoría legal a quienes sufren de violencia doméstica e intrafamiliar, así como a madres solteras.
En este sentido, Kafati tiene claro que trabajará por los derechos de la mujer desde el Congreso Nacional, por eso lleva propuestas encaminadas a favorecer este sector.
¿Qué es lo que la impulsa?
Una vez un diputado panameño mencionó: “el que no conoce el hambre no sabe cómo combatirla”, esta frase la aplica la política liberal en el sentido que ella es una sobreviviente de la violencia doméstica e intrafamiliar.
Alia lleva casi cinco años luchando en los juzgados de Familia en busca de justicia para sus hijos, por una pensión alimenticia de parte del padre.
“Yo sé lo que es sufrir la violencia de primera mano. Yo soy de las que llamé al 911 varias veces”, aseguró la candidata a diputada.
Una vez terminé en una máquina de resonancia magnética en Medicina Forense –agregó-. Me acuerdo que dentro se sentía un olor raro. Me contaron que al otro lado está la Morgue Judicial.
“Ese día me di cuenta que Dios me tenía en el lado de los vivos, de los que estamos respirando, pero que el día de mañana pudiese ser del otro lado de la pared. Esas cosas yo las he sufrido”, recordó.
Dentro de política
Alia es miembro del Foro de Mujeres Políticas de Honduras, organización en la que lucha para una participación equitativa de la mujer en la búsqueda y obtención de los cargos de elección popular.
“Me siento alegre y optimista que vamos a hacer un buen papel este 28 de noviembre. Tenemos la meta de pasar los 100 mil votos durante las elecciones generales”, dijo Kafati.
Para lograr esto, la candidata a diputada visita aldeas, barrios, caseríos, colonias y hace un trabajo de promoción por medio de las plataformas digitales.
Sin embargo, no se considera una mujer política, aunque participe en ella, porque cree que los políticos deben aprender a “tragar sapos y culebras”, algo que no está dispuesta a hacer.
Kafati dice que ella no se va a quedar callada cuando deba señalar todo lo que está mal, es decir que desde ya se compromete a denunciar a quienes mire robando el dinero de erario público o esté implicado en actos de corrupción.
“Me considero una persona humanitaria. Al final del día, la política debe ser eso, una actividad que permita servir al pueblo”, apuntó.
La aspirante a la curul legislativa mencionó que no existe una lucha igualitaria entre el hombre y la mujer en la política, debido a que hay un estereotipo que determina una mayor confianza del votante hacia un candidato hombre.
Kafati dijo que las mujeres tienen una capacidad gerencial impresionante y un ejemplo claro se encuentra en la canciller alemana Ángela Merkel, la ex presidenta chilena Michelle Bachelet y la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, entre otras.
“Mujeres como mi persona hemos tomado la decisión valiente de participar en la política para demostrar que sí se puede. Que se puede balancear el hogar y los hijos con la política”, indicó.
Mujeres con bigote
Kafati indicó que así como existen mujeres que luchan por ser escuchadas, existe un grupo al que le denominan “mujeres con bigote”.
Ellas llegan al Congreso Nacional a secundar al hombre –apuntó-, usan su cartera para reservarle el campo al hombre y cuando este llega quitan la cartera y se pasan para atrás. Ellas al final llegan al Congreso para ser un apoyo del hombre y no tienen su propia voz.
La mujer debe remar contracorriente, pues debe luchar contra los estereotipos que las muestran solo realizando labores del hogar, involucradas en el cuido y educación de los hijos.
Para este año 2021, se espera que en las elecciones generales el panorama sea un poco más favorable para las mujeres, pese a las desventajas de vivir en un país machista.