*** El mandatario norteamericano y la primera dama visitaron el monumento improvisado afuera de la escuela primaria Robb y luego asistieron a una misa en honor a las víctimas.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y su esposa, Jill, visitaron este domingo la escuela de Uvalde (Texas), donde el martes se produjo un tiroteo en el que murieron 19 niños (en su mayoría de 10 años) y dos maestras.
Los Biden pasearon durante varios minutos ante el memorial dedicado a las víctimas, mantuvieron una conversación con la directora de la escuela, Mandy Gutiérrez, y con el superintendente del distrito escolar, Hal Harrell, y luego asistieron a una misa en honor a los fallecidos.
En el memorial a las víctimas, el presidente y su esposa depositaron un ramo de flores, leyeron detenidamente los nombres de los fallecidos y acariciaron algunas de sus fotografías. Pudo observarse a Biden con lágrimas en los ojos.
La misa, a la que acudieron unas 600 personas, tuvo lugar en la Iglesia Católica del Sagrado Corazón de Uvalde, a cuya entrada recibió a la pareja presidencial el arzobispo Gustavo García Siller.
Poco tiempo antes de que se celebrase la misa a la que asistió Biden -en inglés-, se había celebrado otra en lengua española.
Es la misma iglesia en cuyo aparcamiento anoche se celebró una vigilia a la que acudieron decenas de personas, que cantaron y leyeron una a una las historias de cómo eran los niños fallecidos.
Rubén Cárdenas, que trabajaba con Joe García -quien murió de un ataque al corazón tras perder a su esposa Irma, una de las maestras asesinadas en la masacre- valoró positivamente en declaraciones a Efe la presencia del presidente mientras hacía fila para entrar en la misa este domingo.
“Diga lo que diga, saldrá de su corazón. Está aquí para dar su consuelo a las familias, para decirles que no se les olvidará. El mundo entero está paralizado por lo que ha ocurrido a estos niños pequeños”, aseguró.
La visita a Uvalde el domingo es el segundo viaje de Biden en tantas semanas para consolar a una comunidad de luto. El 17 de mayo, estuvo en Buffalo, Nueva York, para reunirse con las familias de las víctimas y condenar la supremacía blanca después de que un tirador que defendía la “teoría del reemplazo” racista matara a 10 personas negras en un supermercado.
Los tiroteos en Texas y Nueva York y sus secuelas han puesto de relieve las divisiones arraigadas de la nación y su incapacidad para forjar un consenso sobre las acciones para reducir la violencia armada.
“El mal llegó a ese salón de clases de la escuela primaria en Texas, a esa tienda de comestibles en Nueva York, a demasiados lugares donde han muerto inocentes”, dijo Biden el sábado en un discurso de graduación en la Universidad de Delaware. “Tenemos que ser más fuertes. Debemos ser más fuertes. No podemos prohibir la tragedia, lo sé, pero podemos hacer que Estados Unidos sea más seguro”.
Biden visitaría el monumento improvisado afuera de la escuela primaria Robb antes de asistir a misa en una iglesia católica local. También tenía previsto reunirse con miembros de la familia en un centro comunitario y luego con los socorristas en el aeropuerto local antes de regresar a Washington, dijo la Casa Blanca. No se esperaba que hiciera comentarios formales. Infobae/Hondudiario