Socio Auditoría
Deloitte Honduras
Los bitcoins forman parte de las critptomonedas, también conocidas como activos digitales, criptoactivos o activos virtuales. Estos han surgido en la última década como activos para especular, realizar compras, pagar bienes y servicios.
Una criptomoneda, es un registro digital único que solo puede ser transferido en forma electrónica. Su estructura está basada regularmente en tecnología de cadena de bloques (Blockchain), la cual utiliza códigos encriptados.
El valor asignado al bitcoin se puede entender como subjetivo o incierto al no existir respaldo financiero por una contraparte. Consecuentemente, tales transacciones o saldos son considerados como de alto riesgo por la volatibilidad de su cambio de valor.
Al momento de contabilizar el bitcoin es importante tener en consideración lo siguiente:
Para ser reconocidos como activo dentro del estado de situación financiara, un bitcoin debe cumplir con los elementos de la definición de activo establecida en el Marco Conceptual de las Normas NIIF o la sección 2 Conceptos y principios fundamentales de la NIIF para las PYMES, según sea la base contable aplicada por las entidades. Las características son:
1) Es un derecho.
2) Tiene potencial para producir beneficios económicos.
3) Se tiene control sobre él.
El bitcoin al ser un derecho sobre un código encriptado en forma electrónica y, en esencia, un activo de naturaleza intangible que se recuperará según el modelo de negocio de la entidad que reporta, utilizándolo como medio de pago o para especular (Trading), dependiendo de su utilización, deben clasificarse como activos circulante o activo no circulante respectivamente.
Ante la condición de determinar el precio del bitcoin con referencia a un mercado internacional, al utilizarse como medio de pago, para especular (Trading) o efectuando permutas con otras criptomonedas, se requiere utilizar como técnica de medición los valores cotizados en los mercados internacionales o en su defecto el precio determinado en transacciones similares, con el fin de poder determinar su valor razonable.
Ante esta nueva forma de realizar operaciones mercantiles, los comerciantes deben, además, contar con profesionales que les permitan revisar el impacto que estará teniendo esta nueva forma de invertir en el comercio; adecuando los términos de sus contratos, los múltiples puntos de venta, el cumplimiento de leyes tributarias, de protección al consumidor y de prevención de lavado de dinero y activos.