***La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, lamentó la violencia o los amotinamientos en los centros penitenciarios y consideró que el manejo de las cárceles no puede verse solo con cambios de mando, sino establecer categóricamente estrategias que enmarquen global e integralmente los problemas en los penales.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
La directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), Migdonia Ayestas, mostró su preocupación por las reyertas y otros hechos violentos registrados en las cárceles del país y dijo que la investigación criminal es uno de los “talones de Aquiles de todos los gobiernos”.
Esto luego que, en las últimas horas, cuatro personas resultaran heridas, entre ellos, tres miembros penitenciarios y un integrante de la Mara Salvatrucha (MS-13), tras un enfrentamiento en la penitenciaria de Támara.
Ayestas evidenció un problema cuando las autoridades de seguridad solo capturan a las personas y las mandan a las cárceles, pero muchos privados de libertad no tienen una sentencia.
“Eso se vuelve una preocupación ya que los centros penitenciarios deben estar dedicados a proteger a tales personas y que las mismas puedan rehabilitarse para reinsertarlos a la sociedad hondureña”, señaló la funcionaria.
La titular del Observatorio de la Violencia arguyó que en Honduras se ha establecido como única medida encerrar a las personas sin darles la oportunidad de resocializarlos, por tanto, solo “aprenden a sobrevivir en la escuela del crimen en una tierra de nadie donde los módulos son autocontrolados y administrados por los privados de libertad”.
Otro de los elementos que provoca actos de violencia es el hacinamiento porque en la mayoría de las cárceles ya sobrepasó su capacidad de la población penitenciaria.
Ayestas soslayó que, cuando las cárceles están hacinadas y gobiernan los privados de libertad, entonces muchos realizan motines para tratar de fugarse y reyertas convirtiendo la situación en un serio problema para los agentes penitenciarios.
Otra de las problemáticas, es el ingreso de armas de fuego y blanca y la droga en la que los privados tienen la capacidad de enfrentarse a las autoridades y eso aumenta la preocupación en los centros carcelarios en donde se han protagonizado hechos con saldo de muchas personas muertas y heridas.
Respecto al hacinamiento en los centros penitenciarios, Ayestas propuso revisar y definir qué personas ya cumplieron los requisitos para no seguir en tales lugares, quiénes tienen problemas de salud para sacarlas con medidas judicializadoras, entre otros elementos como: generar oportunidades de reinserción en la sociedad.
Cárceles como generadoras de violencia
Por su parte, la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, lamentó la violencia o los amotinamientos en los centros penitenciarios y consideró que el manejo de las cárceles no puede verse solo con cambios de mando, sino establecer categóricamente estrategias que enmarquen global e integralmente los problemas en los penales hondureños ante la necesidad de evitar los amotinamientos.
Asimismo, realizar actividades encaminadas a identificar a los privados de libertad a través de la categorización de peligrosidad, así como generar los cambios adecuados para que la población penitenciaria sea atendida por policías especializados en la materia y que estos no se presten a la corrupción como el ingreso de objetos no permitidos.
Del mismo modo, establecer el control a través de actividades con la ayuda de la comunidad internacional, por ejemplo, trabajar con los grupos que inciden en el control de centros penitenciarios.
Además, la doctora dijo que también se analiza cómo inciden los problemas en las cárceles, la violencia o inseguridad ciudadana en Honduras.
“Si no controlamos la peligrosidad o la introducción de artefactos no adecuados ni permitidos en las cárceles, entonces se seguirá viendo los recintos como generadores de violencia”, puntualizó la entrevistada quien arguyó que las autoridades penitenciarias hondureñas deben establecer estrategias como las implementadas en Brasil, El Salvador u en otras naciones. GO/Hondudiario
