*** Honduras sigue siendo uno de los países “más vulnerables del mundo a las catástrofes climáticas y tiene importantes necesidades de inversión en adaptación”.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), encabezada por Ricardo Llaudes, visitó Tegucigalpa del 5 al 16 de junio en el marco de la consulta del Artículo IV con Honduras.
Al término de la misión, Llaudes realizó la siguiente declaración: “La recuperación de Honduras tras la pandemia y dos tormentas tropicales ha sido admirable. El PIB real se encuentra ahora por encima de los niveles previos a la pandemia y las presiones inflacionarias han ido disminuyendo gradualmente”.
“La fuerte recuperación comenzó a perder impulso a finales de 2022 debido a la disminución del crecimiento de los principales socios comerciales, lo que ha reducido la demanda de exportaciones hondureñas”, agregó.
Llaudes expuso que el déficit en cuenta corriente descendió al 3,4 por ciento del PIB en 2022 gracias a la fortaleza de las remesas y las exportaciones. En este contexto, las reservas internacionales brutas se mantienen en niveles “holgados”. La respuesta decisiva de las autoridades a las conmociones externas, como el apoyo brindado a los pequeños productores agropecuarios y el refuerzo de sus programas de asistencia social focalizadas, entre ellos Red Solidaria, fue fundamental para proteger a los más vulnerables.
No obstante, “las condiciones sociales siguen planteando desafíos, ya que los niveles de pobreza, desempleo e inseguridad alimentaria se mantienen elevados”, remarcó.
“En un contexto de reducción de la actividad mundial y presiones continuas en el sector energético, se prevé que el crecimiento del PIB real disminuya a alrededor del 3 por ciento en 2023 debido a la disminución de las remesas, un entorno externo menos favorable y el impacto de la sequía, que ya está afectando a la producción agrícola y energética”, apuntó.
Desde el FMI se espera que la inflación continúe su tendencia a la baja, respaldada por una normalización de los precios de los alimentos, y que el déficit en cuenta corriente se amplíe hasta cerca del 5 por ciento del PIB, a causa de la desaceleración del crecimiento de las remesas y la evolución desfavorable de los precios mundiales.
Por otro lado, los niveles de incertidumbre mundial y nacional siguen siendo “elevados” y persisten importantes riesgos de deterioro de la situación, sobre todo a corto plazo.
La sequía actual podría ser más grave y prolongada de lo previsto, lo que tendría graves repercusiones en la producción agrícola, el suministro de energía y las condiciones sociales. Una desaceleración más acusada de la economía estadounidense, sobre todo en el mercado laboral, y un mayor endurecimiento de las condiciones financieras mundiales afectarían a las remesas y a la actividad interna, alertó.
“Honduras sigue enfrentando problemas sociales y estructurales de larga data, motivo por el cual sigue siendo uno de los países más pobres y con mayor desigualdad del Hemisferio Occidental: en torno a una cuarta parte de la población presenta alto riesgo de inseguridad alimentaria. Los cuellos de botella estructurales, en especial en el sector energético, sumados a las limitadas oportunidades económicas formales, sofocan la inversión y alimentan la migración”, apuntó.
Además, Honduras sigue siendo uno de los países “más vulnerables del mundo a las catástrofes climáticas y tiene importantes necesidades de inversión en adaptación”. Para abordar tales desafíos “hace falta tiempo y un enfoque integral que fomente la diversificación económica y la inclusión social”, recomendó.
“Las políticas a corto plazo deben tener por objetivo anclar la estabilidad macroeconómica, creando a la vez espacio fiscal para facilitar a una expansión de la inversión y el gasto social, garantizando la sostenibilidad del sector energético, respaldando el actual proceso de desinflación y reduciendo las presiones en el mercado cambiario”, puntualizó.
La misión del FMI mantuvo conversaciones con la ministra de Finanzas, Rixi Moncada, la presidenta del Banco Central, Rebeca Santos, el presidente de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros, Marcio Sierra, el ministro director del Servicio de Administración de Rentas, Marlon Ochoa, otros altos funcionarios, representantes del sector privado, sindicatos, la sociedad civil y la comunidad internacional. OB/Hondudiario