*** Al cerrar el presente año el Gobierno central y las autoridades de la Alcaldía Municipal tienen el compromiso de entregarles las viviendas a los afectados.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
El director del Programa de Vivienda y Asentamientos y Humanos, Héctor Estrada, anticipó que dentro de 4 a 6 meses estarán construidas las viviendas para las familias de la colonia Guillén de la capital, que fueron afectadas por un derrubio y las lluvias.
La Alcaldía del Distrito Central y el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) maquinaria pesada ya ejecuta trabajos de terracería para nivelación de terrenos, según se informó.
De acuerdo al cronograma y en función de lo contratado, la construcción de viviendas puede tardar entre 4 a 6 meses y en paralelo se hace la verificación documental con cada familia damnificada para luego entregarles las unidades habitacionales, apuntó Estrada.
La fuente adelantó que al cerrar el presente año el Gobierno central y las autoridades de la Alcaldía Municipal tienen el compromiso de entregarles las viviendas a los afectados por las lluvias de la colonia Guillén, pues los fondos están disponibles y las obras están en ejecución.
Pese a la delicada situación, decenas de familias han decidido regresar a habitar sus hogares o lo que queda de las casas, tras más meses de que una falla geológica provocara la tragedia que los dejó en la calle.
Llevados a albergues en la ciudad, las familias esperaron la promesa de ser reubicados en una zona residencial directamente construida para paliar la crisis que afectó a decenas de hogares de esa populosa zona de la ciudad.
La zona cero ahora palpa vida motivada por sus pobladores y propietarios, quienes, angustiados por haberse trasladado a otros sectores en los que pagaban alquileres, dijeron correrán el riesgo obligado por la crisis.
Fueron decenas de familias las evacuadas a principios de septiembre del año pasado en esa colonia, después de activarse una falla geológica que dejó sin hogar a cientos de personas. Las paredes sucumbieron y los suelos se agrietaron mientras las familias, de clase baja, observaban cómo sus pertenencias se reducían a escombros. OB/Hondudiario