*** En la CSJ se vive una crisis ante las disposiciones unilaterales que está promoviendo la presidenta Rebeca Raquel, quién juró en el Congreso Nacional cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
A las 8:27 de la mañana del pasado 31 de enero de este año, la presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), escribió en la cuenta oficial de X (Twitter) del Poder Judicial que; En relación con las especulaciones sobre la rotación de la Presidencia de la Sala Constitucional y de la Coordinación de las otras salas de la CSJ suscitada en los últimos días, considero oportuno aclararle a la población en general que es rotundamente falso que esta Presidencia de la #CSJ vaya a proponer la modificación de nuestro reglamento interior según un falso libelo de origen desconocido que circula en un reconocido medio de comunicación nacional. Tengan certeza que desde esta Presidencia #PoderJudicial respetaremos y velaremos por el irrestricto cumplimiento a la Constitución de la República, sus leyes, reglamentos y demás normativa aplicable».
Sin embargo, 16 días después, la presidenta Ráquel Obando, de manera unilateral mediante un comunicado instruyó hacer las rotaciones en las salas del Poder Judicial, especialmente de la Sala de Constitucional, en una acción evidentemente con motivaciones políticas empujadas desde el Poder Ejecutivo, que mantienen suspendido las reuniones del pleno de los 15 magistrados, que en su mayoría se oponen a la arbitrariedad de la titular del Poder Judicial, que juró respetar la Constitución y las leyes.
Obando había dicho en un mensaje en su cuenta de X -el 31 de enero- de que las rotaciones se harían de conformidad al Reglamento Interior de la CSJ, sin embargo, este viernes incumplió su palabra y se hizo al margen de esta disposición legal.
Bajo la influencia política y evidenciando una injerencia política y las presiones mediáticas, Obando el 31 de enero, salió al paso y desmintió que «la sonada intensión de alterar el orden de precedencia en la CSJ y estimó que se trataba de meras especulaciones y que la rotación de la presidencia de la Sala Constitucional y de las coordinaciones de las otras salas se haría apegado al reglamento.
Contradiciendo su postura del 31 de enero, la presidenta magistrada, considerada una mujer de palabra, con su decisión esta promoviendo una crisis, además de críticas y cuestionamientos en su contra, al extremo que algunos su disposición ilegal, «ya llaman como un golpe en la CSJ empujada por instrucciones de la alta cúpula de Libre» y por lo cual se mantiene paralizado el Pleno, el cual se ha negado enfrentar a sus compañeros
En las últimas horas, Rebeca Raquel, dijo que la orden de precedencia ya no es relevante, ya que fue derogada en la reforma del artículo 16 del reglamento interno de la CSJ y que su disposición, aunque es ilegal, ella la sostiene porque tiene el poder para hacerlo.
Los hondureños, convencidos que las mujeres son más respetuosas de la ley, que son insobornables, que cuando juran cumplir y hacer cumplir la Constitución y las Leyes, son o se convierten en la personificación de la Diosa Temis, por su sabiduría y /o por la supuesta integridad que por si solas representan al momento de ejercer y aplicar la justicia, en su momento el pueblo hondureño y los diferentes medios de comunicación le tomaron la palabra a la distinguida dama, que preside la mas alta investidura del Poder Judicial del Estado de Honduras, que para matizar sus propia crisis, escribió emulando cualidades contrarias al escribir el pasado 8 de marzo para conmemorar el día internacional de la mujer, MO/Hondudiario
El pasado 31 de enero, casi todos los medios de comunicación, publicaron su posición ética y profesional de que ella cumpliría la Constitución y las leyes, cuando se insinuó que estaría tramando una arbitrariedad y al margen de la ley.
La magistrada presidenta en una demostración religiosa de respeto a Dios junto a las demás magistrados de la CSJ, en un evento de reflexión cristiana.
Cuando la magistrada presidenta Rebeca Raquel, empeñó su palabra que no violentaría la ley y que sería respetuosa a la Constitución y las leyes, cumpliendo su juramento como mujer y como la primera responsable de dar el ejemplo jurídicamente, ante los hombres y la patria.