*** Nácher explicó que solo a través de nuestras propias heridas podemos identificarnos con la experiencia de Jesucristo resucitado.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]

El arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher, enfatizó la importancia de que los mensajeros de la palabra de Dios sean creíbles, no solo transmitiendo grandes mensajes, sino también siendo dignos de confianza. Destacó que Jesús mismo era una figura creíble, cuyo mensaje merecía ser aceptado por las personas.
Sin embargo, Nácher lamentó que en la sociedad actual la credibilidad sea un desafío, y que las aspiraciones se centren en el éxito y en proyectar una imagen favorable ante los demás.
“Lo que la gente necesita no solo son grandes mensajes, pero también necesita mensajeros creíbles”, declaró.
Nácher observó que la prosperidad económica y social a menudo se interpreta como una señal de bendición divina, dejando de lado la importancia de compartir las propias vulnerabilidades y heridas.

El arzobispo resaltó que Jesús no temía mostrar sus propias heridas, considerándolas como testimonio de su entrega y perdón. Señaló que en un mundo que valora la fortaleza y la belleza, las debilidades físicas y psicológicas a menudo son ignoradas.
“Hoy se necesita valor para anunciar resurrección a un mundo sin fe, o que está confusa, porque niega muchas veces o rehúye de la realidad de la muerte”, caviló.
Nácher explicó que solo a través de nuestras propias heridas podemos identificarnos con la experiencia de Jesucristo resucitado, y que la debilidad humana nos acerca a su pasión y resurrección.
El religioso concluyó su mensaje destacando que la fe verdadera nos enseña que incluso en los fracasos y debilidades humanas, encontramos la misericordia divina y el camino hacia la redención. OB/Hondudiario