*** Cardona criticó la oposición, afirmando que su narrativa busca “afectar al Gobierno con las decisiones soberanas que se están tomando”.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
El ministro de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), José Carlos Cardona, afirmó que la “molestia” expresada por “Estados Unidos y otros sectores” respecto a la construcción de una cárcel en las Islas del Cisne, se debe a que Honduras “va a realizar el ejercicio de soberanía” en este territorio insular.
Cardona defendió la necesidad de construir la cárcel en las Islas del Cisne, ante los problemas que históricos de la Penitenciaría Nacional de Támara, en Francisco Morazán, como la presencia de antenas y túneles utilizados por delincuentes. “Los delincuentes en Honduras son astutos, esa gente es larga, entonces hay que mandarlos lejos”, dijo el ministro, refiriéndose a las Islas del Cisne, donde, según él, 250 hectáreas fueron despejadas por el Cuerpo de Ingenieros de Estados Unidos en las décadas de 1960 y 1970.
El titular de Sedesol subrayó que la construcción de la cárcel solo ocupará ocho hectáreas de las Islas del Cisne. “¿Cuál es la cantaleta que tienen desde hace meses en la oposición? Su lógica es atacar las decisiones del Gobierno, pero hay que hacerlas ya”, expresó Cardona, mostrando su impaciencia ante las críticas recibidas.
Cardona también abordó los costos de mantener una cárcel, afirmando que serían similares en cualquier ubicación, con la única diferencia de que en las Islas del Cisne el transporte podría ser más costoso. Sin embargo, explicó que el diseño final de la construcción determinará la cantidad de reclusos y la logística necesaria para enviar alimentos y suministros en embarcaciones dos o tres veces al año.
A pesar de reconocer que los costos de mantener un recluso son altos, ya sea en tierra firme o en una isla remota, Cardona criticó la oposición, afirmando que su narrativa busca “afectar al Gobierno con las decisiones soberanas que se están tomando”.
El ministro reiteró que la reacción negativa de Estados Unidos y otros actores se debe a su descontento con el hecho de que Honduras ejercerá soberanía en las Islas del Cisne, un territorio que había sido “abandonado” y en el que, según él, Honduras “nunca hemos tenido presencia”.
Mientras tanto, sectores políticos, ambientalistas y representantes de la sociedad civil han expresado su oposición a la construcción de la cárcel, argumentando que esta iniciativa podría tener un impacto ambiental negativo en el frágil ecosistema de las Islas del Cisne, ubicadas en el Caribe hondureño. OB/Hondudiario