*** El capítulo hondureño de Transparencia Internacional insta al gobierno a mejorar la transparencia en la ejecución de sus políticas ambientales.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
Honduras enfrenta grandes retos y contradicciones en sus compromisos contra el cambio climático, según un reciente análisis presentado este martes por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
El informe, que evalúa los avances y desafíos del país tras su participación en la Conferencia de Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP28), destaca discrepancias entre las metas acordadas y las acciones implementadas por el gobierno.
En noviembre de 2023, Honduras envió una delegación de 139 personas a la COP28 en Dubái, superando en número a otros países de Centroamérica y México. Sin embargo, la ASJ subraya que la cantidad de delegados es menos relevante que la presencia de expertos en las discusiones, y señala que el gobierno aún no ha presentado un informe detallado sobre los resultados de su participación en la cumbre.
Entre los compromisos adquiridos, Honduras se comprometió a reducir en un 16 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero, mediante la promoción de energías renovables, el fomento de la electromovilidad, y la reforestación de 1.3 millones de hectáreas de bosque a través de la Estrategia Nacional de Restauración Forestal.
A pesar de estas promesas, el análisis de la ASJ revela que la implementación de las políticas gubernamentales no garantiza el cumplimiento de los objetivos. Aunque el plan de gobierno de la presidenta Xiomara de Zelaya incluye la meta de aumentar la matriz energética renovable al 70 por ciento, las plantas de energía térmica han crecido cuatro veces más que las renovables durante su administración. Las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado un 33.42 por ciento en los últimos tres años.
En términos de reforestación, el Instituto de Conservación Forestal (ICF) reporta que, entre 2013 y 2021, Honduras ha perdido un promedio de 50,000 hectáreas de bosque al año, lo que pone en duda la meta de restaurar 1.3 millones de hectáreas para 2030. Según los cálculos, el país debería reforestar 185,714 hectáreas anualmente para alcanzar dicho objetivo.
El informe también menciona la “Visión renovada para la conservación y defensa de La Mosquitia”, un proyecto anunciado por el gobierno durante la COP28. Sin embargo, la ASJ denuncia que los esfuerzos en esta región no han producido resultados tangibles. La deforestación sigue siendo un problema, y los desalojos de personas no indígenas en la zona no han cumplido con los procedimientos legales, según fuentes locales.
Frente a estos desafíos, el capítulo hondureño de Transparencia Internacional insta al gobierno a mejorar la transparencia en la ejecución de sus políticas ambientales. Asimismo, ha pedido priorizar una estrategia integral que permita al país adaptarse a los crecientes efectos del cambio climático.
El informe concluye que, aunque Honduras ha tomado pasos importantes en el ámbito internacional, queda mucho por hacer para que esos compromisos se traduzcan en acciones concretas y sostenibles dentro del territorio nacional. OB/Hondudiario