*** El cardenal insistió en que la esperanza debe ser el motor para superar los problemas que enfrenta Honduras.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
El cardenal Óscar Andrés Rodríguez hizo un enérgico llamado este segundo domingo de Adviento para reflexionar sobre la soberbia y arrogancia que, según él, caracteriza a algunos líderes tanto en Honduras como en el mundo. “Como nos da tristeza y a veces lástima escuchar la soberbia y arrogancia de muchos líderes en el mundo y también en Honduras, se deben enderezar los caminos torcidos y las desigualdades que hay en el mundo”, afirmó.
Durante su mensaje, Rodríguez exhortó a los feligreses a vivir una vida plena, basada en la fe y la esperanza, dejando de lado las distracciones de voces externas. “Preparar el camino al Señor, hermanas y hermanos, quiere decir: yo no puedo seguir indiferente a un Dios que me ama, a un Dios que me está llamando en este Adviento del dos mil veinticuatro. Esa es la buena noticia del Evangelio: Dios en Cristo te ofrece su amor, te ofrece su vida a todo ser humano sin excepción”.
El cardenal insistió en que la esperanza debe ser el motor para superar los problemas que enfrenta Honduras. “Un llamado a la esperanza, un llamado también a nosotros: podemos salir de esta situación de violencia, de robo, de maldad, de confrontación y de odio. Podemos salir. Honduras puede ser mejor”.
Asimismo, destacó la necesidad de abandonar los sentimientos de desesperanza que paralizan y generan tristeza. “El vestido de luto significa la desesperanza, la tristeza, los lamentos que nos paralizan y que nos impiden vivir la esperanza y la alegría”, subrayó.
Rodríguez criticó la narrativa pesimista que algunos medios de comunicación promueven durante las festividades navideñas. “Casi siempre los medios de comunicación dicen: esta Navidad va a ser triste porque no habrá tamales, porque no habrá pavo, porque no habrá quién sabe cuántas cosas. No, eso no causa tristeza. Lo único que puede causar tristeza es una Navidad sin Dios, una Navidad sin Cristo. Aunque puedan faltar las cosas materiales, lo que nos da alegría no son las cosas, no son las posesiones”.
Para el cardenal, la verdadera alegría radica en abrirse a Dios y dejar atrás el luto espiritual. “La verdadera alegría está en abrir el corazón a Cristo y decirle: quiero sacar el vestido de luto, tengo que dejar el vestido de luto y vestirme con el vestido de fiesta que Dios me está ofreciendo”.
Rodríguez recordó el mensaje del apóstol Pablo a los filipenses, animando a los creyentes a confiar en que Dios concluirá la obra buena iniciada en cada uno. “San Pablo a los filipenses dijo: esta es nuestra confianza, que el que comenzó en ustedes la buena obra la va a llevar a término”.
El mensaje del prelado culminó con un llamado a la preparación espiritual durante el Adviento. “Dios que preparó en ti la obra buena, él mismo la quiere llevar a término, haciéndote feliz, haciéndote dichoso para vivir en paz contigo mismo, con tu conciencia, con tu familia, con tu tierra Honduras”.
Finalmente, el cardenal instó a los fieles a abrirse a un camino nuevo de reconciliación y esperanza. “Este domingo, entonces, segundo del Adviento, no volvemos al Señor para decirle: ven Señor, ven a librarnos, a librarnos de toda tristeza, danos tu alegría, abre para nosotros un camino nuevo en el que podamos rebajar nuestros montes, rellenar nuestros valles”. OB/Hondudiario
