Haz lo mismo y el resultado será el mismo.
Por Irvin Guerrero
El futuro de Honduras se define en estas elecciones internas, no en las generales.
Como nación, cada año que pasa seguimos empeorando en la la percepción de corrupción, en el índice de libertad económica, en el índice de transparencia, en el índice de libertad de expresión y en los índices de seguridad. Claramente nuestro país va en el rumbo equivocado. Da pena como El Salvador, Costa Rica y Guatemala nos han sacado amplia ventaja (aunque cada uno con sus propios desafíos), no obstante hace 40 años estábamos en condiciones similares. ¿En que fallamos?
Lejos de culpar a un partido político o persona en particular, como libertarios sostenemos que esto es el resultado de un sistema existente de corrupción multipartidista y generacional. Que se sustenta con acuerdos entre las cúpulas de los partidos y entre las familias que ostentan el poder político y económico de estas cúpulas. Los acuerdos de impunidad y la aplicación selectiva de la justicia que beneficia a estos grupos han creado una casta de privilegiados intocables que dejan al resto de ciudadanos soñando por huir a Estados Unidos o España.
Situaciones similares han llevado a cambios profundos en los liderazgos políticos en los Estados Unidos, Argentina, El Salvador y Italia y pronto en Alemania y Francia. “Drenar el pantano” en Estados Unidos, confrontar las “castas“ en Argentina, el modelo de seguridad de Bukele y la franqueza de Meloni también han traído cambios en las políticas publicas de estos países. Dejando atrás los proyectos políticos y culturales enfocándose en reducir la deuda publica y administrar el pa{is buscando mas efectividad y eficiencia; es decir, se busca ser sensato.
Salvo un par de excepciones, todos los pre candidatos que pronto competirán ya han tenido recorrido en la gestión publica. La mayoría ha estado lo suficientemente cerca del poder como para haber conocido (y callado) los desmadres de corrupción e involucramiento en el crimen organizado y narcotráfico de sus colegas. Ya sea beneficiándose de pactos de impunidad, contratos de gobierno, una reelección inconstitucional, benevolencia de parte de la fiscalía, empleando a su parentela o gozando de jugosos viáticos; todos estos han sido parte del mecanismo que nos tiene como nos tiene. Por lo que ninguno de estos debería ser elegible; pues ninguno ha mostrado la altura moral que se requiere para sacar a Honduras de este sistema de corrupción pues estos han formado parte del mismo. Hay que notar que este sistema lucha para seguir gobernando por medio de sus representantes en todos los partidos.
Estás elecciones no se deben reducir a elegir un partido político o un “líder”; nos debemos concentrar en sacar la casta de políticos que ha sido parte de este sistema. No solo a nivel del ejecutivo, también a nivel del congreso nacional; donde no se considera lo que piensan los electores pues se siguen las órdenes desde la casta para los proyectos de ley. Todos los acuerdos se logran a cambio de algo no para mejorar el país, sino para mejorarse entre los mismos de esta casta.
No pierda el tiempo votando por los que ya estuvieron y callaron, no pierda el tiempo votando por quienes enriquecen a su familia con puestos y contratos públicos pues el nepotismo es corrupción. No pierda el tiempo votando por los que tienen plata para tirar al aire en publicidad, vallas de carreteras y tienen el apoyo de bancos y grandes empresas que han gozado del mismo sistema de impunidad y corrupción. Mucho menos vote por la parentela de los que ya han sido juzgados (o los que pronto lo serán) en las cortes de Nueva York. No vote por la ilusión que el Gobierno debe regalarle casa, comida y trabajo; eso es pan para hoy y hambre para mañana. No bote su voto.
Vote por el loco, el que no congenia con las castas, el que denuncia sin cansar, el que apoya la vida, la familia y la propiedad privada sin pena, sin tibieza ni miedo. El que es detestado por la casta porque no negocia sus principios y hace que se hagan un nudo en su contra. Vote por el desquiciado que quiere un país limpio y libre de corrupción y que no tiene cola que le pisen, que no ha sido mencionado en Nueva York, y que sus finanzas y logros son conocidos.
Como libertarios vemos que el futuro de Honduras se define en las elecciones internas de Partido Liberal. Pues en el Partido Libre y el Partido Nacional los números ya hablan con bastante claridad. Y es en el Partido Liberal donde se define el candidato que nos mantendrá en las garras de este sistema corrupto o en su defecto, el candidato que vendrá a hacer cambios profundos. Pues se entiende con claridad que uno de los candidatos en estas internas representa la casta corrupta de todos los partidos tradicionales. Mientras que el otro candidato viene a romper este sistema y esta dispuesto a resetear el país con una clase política nueva y sin tachaduras.
La definición de locura es hacer lo mismo y esperar un resultado diferente. Los los de pensamiento libertario llamamos a que hagamos algo diferente para así tengamos resultados diferentes; votemos por quien no represente la clase política que ha desgraciado nuestro país. Irving Guerrero/Libertario
