sábado, abril 12, 2025
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La CELAC esta débil porque países miembros no aplican la democracia pluralista, ya no existe un diálogo eficaz y hay desinterés de la mayoría de naciones

Tegucigalpa, Honduras

*** En la pasada cumbre de la CELAC, este organismo quedó en evidencia que por la falta de un mecanismo eficaz de diálogo y de concertación ha limitado el funcionamiento, considerando la decisión impuesta sobre el contenido de la «Declaración Tegucigalpa», donde se invocó el fundamento imaginario de un “consenso suficiente” que jurídicamente es inexistente y que provocó las motivaciones de objeción expresas por parte de Argentina y Uruguay; así como de Nicaragua.

A once años de fundación, la CELAC se ha debilitado por la gobernanza autocrática de algunos países miembros que no han aplicado la democracia pluralista, que serían los factores que han debilitado y se constata con la ausencia de muchos gobernantes, reflejando su desinterés en estas cumbres, porque ya no se tiene un diálogo eficaz y de concertación, donde los temas de interés regional no se tratan adecuadamente, estimó el doctor y analista de la política internacional Roberto Herrera Cáceres en esta entrevista al primer periódico digital de Honduras.

La I Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y la Unión Europea, también conocida como Cumbre Celac-UE, se celebró en la ciudad de Santiago de Chile, los días 26 y 27 de enero de 2013, con la participación de 43 jefes de Estado y de Gobierno pertenecientes a naciones miembros de la Unión Europea y de la comunidad latinoamericana, pero su origen se establece en el 2010 como sucesora de las Cumbres de Río y de la Celac, que después de 11 años, se resume en lo mismo, sin consensos que el doctor Herrera Cáceres, detalla en este análisis de los resultados de la pasada IX cumbre realizada en la capital hondureña, donde en comparación a las anteriores lo que se observa es la perdida de interés o compromisos de los países miembros.

En la pasada cumbre de la CELAC, este organismo quedó en evidencia que por la falta de un mecanismo eficaz de diálogo y de concertación ha limitado el funcionamiento, considerando la decisión impuesta sobre el contenido de la «Declaración Tegucigalpa», donde se invocó el fundamento imaginario de un “consenso suficiente” que jurídicamente es inexistente y que provocó las motivaciones de objeción expresas por parte de Argentina y Uruguay; así como de Nicaragua.

Ante los diferentes escenarios mediáticos y analizando objetivamente los logros y objetivos de la CELAC, en su novena cumbre, hondudiario.com, entrevistó al reconocido jurista internacional y sobre los resultados de este encuentro donde el gobierno de la presidenta Xiomara de Zelaya, invirtió muchos millones de lempiras, para albergar a más de medio millar de personas que formaron parte de las 33 representaciones, asimismo entregar la presidencia Pro Tempore a su homologo de Colombia Gustavo Petro.

En tal sentido, hondudiario.com, le preguntó al analista internacional su opinión sobre;  ¿Qué logros se han obtenido antes y continuarán obteniendo la CELAC después de la IX Cumbre realizada aquí en Tegucigalpa?

El doctor Herrera Cáceres respondió; «La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños  es una organización regional que hace cerca de catorce años fue creada para la concertación pluralista entre gobiernos con vistas a la cooperación conducente a la integración para el desarrollo sostenible de América Latina y el Caribe que fomente democráticamente el bien común de sus Estados miembros con bienestar y mejoramiento constante de la calidad de vida y de trabajo de sus pueblos».

Que lo logrado en el tiempo transcurrido desde el 2011 año de su constitución hasta la fecha, «no ha sido lo esperado por falta de un mejor funcionamiento de su mecanismo de diálogo y concertación interno para su integración y cooperación horizontal; y de su proyección externa de manera unitaria para asegurar la cooperación internacional necesaria que afiance la sostenibilidad del desarrollo de sus pueblos».

Estimó que no observan avances, «es debido a que gran parte de  gobiernos no han sabido o no han querido entender la democracia pluralista prevista en sus respectivas o propias constituciones y han gestionado o gestionan de manera autocrática o autoritaria a sus Estados desviándose de sus deberes constitucionales de someterse, al igual que el pueblo, al imperio del Derecho, al cual se limitan sólo a invocar formalmente sin realizar su ejercicio efectivo, lo que debilita el sustento básico de CELAC y su funcionamiento concertado para asegurar eficazmente resultados en función de su finalidad social».

«Por eso, dichos anómala o desviada forma de gobernar induce a los integrantes de varios gobiernos que actúan en un espacio de coexistencia pacífica con otros gobiernos realmente democráticos, dialogando y cooperando con poca convicción y limitada acción– salvo en lo concerniente a temas de su interés personal o ideológico – que hacen nugatorio o  frustran el logro pluralista de los objetivos y finalidad de la CELAC; en lugar de hacerlo unidos por la bandera común de la democracia pluralista de la organización jurídico – política de sus Estados y como buenos gobiernos  en convivencia productiva  de interacción armoniosa y participación solidaria en esa Comunidad de Estados miembros, para realizar objetivos con efectos concretos en materialización progresiva del propósito superior de la CELAC», explicó.

Asimismo, agregó que debido a esos comportamientos, «han sido y es el obstáculo mayor que debemos vencer  para asegurar ese propósito supremo de CELAC que está vinculado estrecha y directamente con el goce y ejercicio efectivo de los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas y pueblos de sus Estados miembros; por lo que hasta ahora, desde CELAC como institución regional, hay pocos buenos resultados concretos en el pasado o a anunciar sobre significativos resultados en las condiciones de calidad de vida y de empleo de los pueblos de la mayoría de los Estados miembros, debido a la falta de la necesaria concertación para hacer posible iniciativas que logren pragmático consenso y acción de los gobiernos sobre temas regionales de interés común; y para asegurar  la solidaria cooperación horizontal, a ese respecto, de los Estados miembros la CELAC y , por medio de ella, actuar en conjunto solidario  para lograr cooperación internacional de mutuo beneficio, con otros Estados u organizaciones de Estados, para el bienestar común y progreso sostenido de los pueblos de los diferentes continentes de nuestro planeta Tierra».

«A ese respecto», señaló» que es «sintomática la ausencia de casi dos terceras partes de los Jefes de Estado y de gobierno de los Estados miembros quienes fueron representados, a nivel de sus ministros de relaciones exteriores o embajadores, acompañados por sus equipos de trabajo, en la recién pasada IX Cumbre de la CELAC que concluyó aquí, en Tegucigalpa, el 9 de abril. Sin embargo, las esperanzas que animaron la organización y entrada en funcionamiento de la CELAC aún persisten en los pueblos de sus Estados miembros».

Sobre ¿Cuáles fueron, a su juicio no se hayan tratado varios temas o cuestiones esenciales para los pueblos latinoamericanos y del Caribe o que no fueron abordadas o lo fueron insuficientemente para encontrar consenso o de acción concertada de los Estados miembros?

El doctor Herrera Cáceres, estimó que «sin perjuicio de la necesidad antes señalada en cuanto a buscar mayor unidad, respeto mutuo, concertación y genuina solidaridad democrática pluralista, entre los gobiernos de los Estados miembros de la CELAC, para el logro progresivo del propósito o finalidad superior de esa organización regional: Considero que la cumbre abordó aspectos vitales como la alimentación y medicamentos esenciales para la salud de los pueblos, la protección del medio ambiente y la energía verde o sea aquella energía que es limpia y renovable  al provenir de fuentes naturales, como el sol, el viento, el agua o la biomasa.

«Creo que se abordó insuficientemente y sin propuestas y posición común de consenso en el tema de las medidas arancelarias adoptadas por el nuevo Gobierno de los Estados Unidos en sus relaciones comerciales con los Estados Latinoamericanos y del Caribe, así como también ha ocurrido con otros Estados de los demás continentes. Tema excepcional en el evidente contexto histórico actual de reordenamiento del orden internacional y de aspiraciones encontradas o con valores distintos y confusos que, en este momento histórico, se experimentan al mismo tiempo y son generadas por diferentes potencias mundiales individuales o en grupo ideológico, buscando su hegemonía o su primacía en las relaciones entre los gobiernos de los Estados desarrollados y con Estados en desarrollo», agregó.

 Indicó que «lo que provoca grandes incertidumbres y amenazante aumento de penurias o en cuanto a lo necesario para la vida con dignidad de los pueblos. A pesar de lo cual, el resultado de las deliberaciones de la Cumbre se limitó a reiterar lo dicho ya en el pasado en cuanto a rechazar la imposición de medidas coercitivas unilaterales, contrarias al Derecho Internacional, incluidas las restrictivas al comercio internacional».

En tal sentido, dijo que «la expectativa que teníamos era que, en circunstancias extraordinarias como las actuales, una reunión de Jefes de Estado y de Gobierno aprovecharía para precisar su contexto y alcance, especialmente cuando hay daños anunciados a las economías nacionales y regionales con las consecuencias sociales de inseguridad humana que todo ello acarrea, pero que se está dejando todavía abierta la posibilidad de diálogos o negociaciones para evitar o minimizar daños y no alimentar posibilidades de una guerra de aranceles o comercial en la que siempre saldríamos perdiendo».

«Esperábamos que se compartiese el conocimiento jurídico – político, social y económico del origen, propósito y eventuales efectos de esas posiciones actuales de potencias mundiales; y se determinase una estrategia constructiva aplicable a todas ellas, dando la prioridad al continente americano, para prevenirlas o atenuarlas e inclusive aprovecharlas y responder pragmática y constructivamente asegurando beneficios equitativos y mejorar la calidad y eficacia de la cooperación para potenciar o activar el bienestar de nuestros pueblos, en este mundo cambiante. Ello hubiese permitido justificar, en gran parte, esa importante Cumbre, pero no se hizo».

«Lo que si se hizo fue resaltar la plena vigencia de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, desde hace once años en ocasión de la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). No obstante, la realidad evidencia que, en  el transcurso de once años hasta el actual, todo ha tendido a cambiar nacional e internacionalmente, por lo  que los gobiernos latinoamericanos y caribeños de los Estados miembros de la CELAC debieron actualizar esa Proclama que lo requiere en consonancia con el contexto actual de las relaciones internacionales entre las distintas potencias mundiales en sus propósitos y vinculaciones con nuestra región, enfatizando nuestra voluntad y decisión, sobre nuestra  zona geoestratégica,  de prohibir y no prestarnos a ser incluidos en los intereses del juego de poder político mundial; y resaltando nuestra posición y esfuerzo permanente como región empeñada en la efectividad de la dignidad y derechos humanos, de la democracia y libertad, del desarrollo, bienestar y seguridad humana; y de la paz, de las personas y los pueblos; y,  para ello, en la vigorización de la buena vecindad entre nosotros y de nuestros Estados con respecto a los Estados Unidos de América y Canadá; y además con los otros Estados de los demás continentes».

Indicó que también se trató también insuficientemente la migración de personas ciudadanas de la región latinoamericana y del Caribe y se dejó sin propuestas generales de concertación para el corto, mediano y largo alcance. Se omitió pronunciarse sobre la lucha contra la corrupción e impunidad en el interior de varios gobiernos y que perjudica gravemente el bienestar de los pueblos, constituyendo asimismo la puerta de entrada y el medio  que favorece el crecimiento de la captura del Estado por el crimen organizado, la narcoactividad, la violencia y otros males públicos que agravan la situación de pobreza y falta de desarrollo sostenible; y además son causa estructural de la migración forzada de parte significativa de nuestros pueblos».

«Sobre la preocupación ciudadana por las anteriores situaciones, ya habíamos manifestado cívica, oportuna y respetuosamente desde la sociedad a los gobiernos de los Estados de la subregión centroamericana y lo hicimos también en ocasión de esta Cumbre: llamando la atención sobre la importancia y magnitud de esos problemas; la concertación de posiciones al respecto; y la presentación de medios e instrumentos para dialogarlos internacionalmente y lograrlos».

¿Cómo resumiría los resultados de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobiernos y el extraño “consenso suficiente” que excluyó dialogar los aportes de tres gobiernos de Estados miembros, así como las expectativas hacia el futuro de los pueblos latinoamericanos y del Caribe?, se le preguntó al experto en política internacional.

«En fin, el resultado de la Cumbre fue una Declaración de Tegucigalpa, fundamentada en un imaginario “consenso suficiente” real y jurídicamente inexistente y evidenciado por la manifiesta objeción expresa, con respetables motivaciones diferentes, por parte de Argentina y Uruguay; así como de Nicaragua».

«Ese imaginario “consenso suficiente” carece de realidad jurídico – política internacional porque, en la práctica, en el Derecho internacional general y en el derecho especial de las organizaciones internacionales: solo hay un consenso que es real y es el que significa la falta de objeciones, entre los Estados miembros de una organización, para  adoptar una resolución o decisión sin voto, por la constatación hecha por el Presidente o Presidenta de la reunión de que ningún Gobierno de los Estados miembros, se opone a la adopción de esas decisiones».

«Ese consenso es el único y por ello reconocido expresamente como tal. Así consta en los procedimientos para el funcionamiento orgánico que conduce válidamente a las decisiones de toda Cumbre de la CELAC, al ordenarse que toda decisión deba adoptarse por consenso para que pueda  válidamente reflejarse con el carácter de acuerdos políticos y constituir mandatos a los Estados miembros, y publicarse, de común acuerdo, en el formato de Declaración de la Cumbre».

«Ello es también así porque el consenso es distinto de la votación por unanimidad o mayoría  e incluye a todos los miembros aún a quienes hayan expresado reservas sobre aspectos del contenido o vacíos de la Declaración pero que, a pesar de ello, prefieren no obstaculizar la adopción y publicación del texto general de dicha Declaración», agregó.

Esa es realmente la práctica internacional y lo dispuesto expresamente en dichos Procedimientos para el Funcionamiento Orgánico de la CELAC. Así, en la Cumbre de Tegucigalpa, por haberse objetado y opuesto expresamente los gobiernos de tres Estados miembros a dicha Declaración y su publicación, por no habérseles escuchado con vista a dialogar y concertar lo pertinente, para así agotar todos los esfuerzos posibles para llegar a una Declaración válida por consenso: se dejó viciada dicha Declaración por sustentarse en un imaginario “consenso suficiente” que desnaturaliza al verdadero consenso y que significa lo opuesto al consenso que es el voto por mayoría. Ello es incompatible con la buena fe en el cumplimiento de las normas expresas de procedimiento para el funcionamiento de las cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC.

En todo caso, como parte de los pueblos latinoamericanos y del Caribe aún tenemos esperanzas en el buen funcionamiento de la CELAC y el aprovechamiento de sus potenciales de bienestar y progreso para nuestra región y, por lo tanto, como titulares de la soberanía de nuestros Estados, esperamos que todos los gobiernos de los Estados miembros de CELAC actúen como servidores nuestros, atendiendo nuestras realidades nacionales y regionales así como el actual crítico contexto  internacional, conforme a las expectativas de nosotros los pueblos sustentadas en la unidad indivisible del estado de Derecho, la dignidad y los derechos humanos, la democracia pluralista, el desarrollo sostenible y la seguridad humana. MO/hondudiario

En resumen, para el doctor Roberto Herrera Cáceres en esta cumbre quedó en evidencia que muchos gobiernos han demostrado falta de compromiso y otros no han aplicado la democracia pluralista y por tal razón se ha debilitando la organización.

Obstáculos a Superar: La gobernanza autocrática en algunos países miembros ha obstaculizado la cooperación efectiva y el logro de los objetivos de la CELAC.

Resultados de la IX Cumbre: Se destacó la ausencia de muchos Jefes de Estado en la cumbre de Tegucigalpa, lo que refleja la falta de compromiso de algunos gobiernos.

Cuestiones Insuficientemente Abordadas: La cumbre no trató adecuadamente temas como las medidas arancelarias de Estados Unidos, la migración y la lucha contra la corrupción.

Declaración de Tegucigalpa: Se fundamentó en un «consenso suficiente», que fue cuestionado por la falta de acuerdo real entre todos los miembros. Esto generó críticas de países como Argentina, Uruguay y Nicaragua.

Expectativas Futuras: A pesar de los desafíos, persisten las esperanzas de que la CELAC pueda mejorar su funcionamiento y contribuir al bienestar y progreso de la región.

Zona de Paz: Se reafirmó la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aunque se señaló la necesidad de actualizarla según el contexto internacional actual.

Estos puntos reflejan las preocupaciones y expectativas del Dr. Herrera Cáceres sobre el papel y los desafíos de la CELAC en el contexto actual.

26 de ENERO de 2013/SANTIAGO, CHILE
Foto Oficial de los Jefes de Delegación, tomada en la Plaza del Encuentro, del centro de convenciones Espacio Riesco, durante la Cumbre CELAC-UE.
FOTO: SEBASTIÁN RODRIGUEZ/AGENCIAUNO/PRENSA CUMBRE
***IMAGEN DE DISTRIBUCIÓN GRATUITA. PROHIBIDA SU VENTA***

II Cumbre de la CELAC

 

MEX1851. CIUDAD DE MÉXICO (MÉXICO), 18/09/2021.- Fotografía cedida por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de una sesión de la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) hoy, en Palacio Nacional de la Ciudad de México (México). El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, inauguró este sábado la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), donde participan más de una decena de mandatarios de la región, con el llamamiento a que la región construya algo parecido a la Unión Europea . EFE/SRE/SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO)
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