***La mayoría de personas no portan sus mascarillas, no evitan las aglomeraciones y algunos negocios temporales tampoco protegen a sus trabajadores.
[su_pullquote]Por: Josué Quintana Gómez[/su_pullquote] [su_heading]Tela, Atlántida[/su_heading]
Ni las lluvias, oleaje alterado y el COVID-19, frenó a los bañistas hondureños durante esta Semana Santa en las playas de Tela, Atlántida, al norte del país.
Miles de visitantes han llegado durante toda esta semana a la costa Caribe, bajo los feriados de la semana mayor, pero el viernes y sábado se ha visto una mayor concentración de bañistas de acuerdo a hoteleros.
La mayoría de personas no portan sus mascarillas, no evitan las aglomeraciones y algunos negocios temporales tampoco protegen a sus trabajadores.
Otro riesgo es que algunos bañistas nadan hasta lo profundo del mar y no toman en consideración que hay olas picadas debido a los chubascos que ya había pronosticado la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO).
Los prestadores de servicios turísticos, especialmente paseos en lancha, llevan a los visitantes para que aprecien las colonias coralinas, pero la navegación debe hacerse de forma prudente o en el mejor caso evitarse, según socorristas.
«Todos los años venimos a Tela con mi familia y en 2020 no pudimos por la pandemia, este año que si abrieron las playas estamos acá para disfrutar de esta ciudad, donde están las mejores playas y arrecifes», contó una bañista de Comayagua.
Entretanto, la Policía Nacional aumentó la cantidad de efectivos y a las 6:00 avisan mediante bocinas que las playas deben ser evacuadas.
La derrama económica de la Semana Santa es positiva para una ciudad turística, coinciden comerciantes de Tela, que a su vez temen que haya un severo repunte de COVID-19 a mediados de abril.
La belleza de la mujer hondureña ha estado presente durante toda la semana, algunas visitantes lucen sus trajes de baño, pero se constató que retiran sus mascarillas para hacerse fotografías familiares. Fotos: Andrés Matute