***Cabe señalar, que el escrito explica que, entre julio y septiembre de 2021, se espera que la situación de inseguridad alimentaria del país continúe en crisis (fase 3 de la CIF).
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
Un estudio de Clasificación Integrada de Seguridad Alimentaria (CIF), del Programa Regional de Seguridad Alimentaria y Nutricional para Centroamérica, estima que, la crisis alimentaria extremadamente crítica que viven actualmente 2.9 millones de hondureños, lejos de disminuir se agravará entre julio y septiembre del 2021 alcanzando a 3.3 millones de personas.
En ese sentido, el documento proyecta que, la severidad de la inseguridad alimentaria aguda alcanzó niveles sin precedentes (31% de la población nacional) y las proyecciones del análisis CIF indican que “la situación empeorará en los próximos meses”.
El análisis clasifica a todo el país en una situación de crisis alimentaria fase 3, es decir personas en crisis, siendo los departamentos con mayor severidad: Cortés (41%), Valle y Yoro (35%) y con mayor magnitud, Francisco Morazán (469 mil personas) y Yoro (221 mil).
Para el período de abril a junio de 2021, la población en condición de crisis o peor (fase 3 de la CIF o superior) se incrementaría a 3.1 millones y en el período entre julio y septiembre 2021, cerca de 3.3 millones de personas se encontrarían en esta misma condición.
Las personas en condiciones de Emergencia inseguridad alimentaria aguda (fase 4 de la CIF) son alrededor de 614,000 (7% de la población analizada). Todos los departamentos reportan hogares en condiciones de emergencia.
Sin embargo, Cortés registra la mayor proporción de población en esta condición, cerca de 18% (321 mil personas). En estos hogares, el acceso y la disponibilidad de alimentos ha sido considerado como un factor limitante mayor.
Los factores determinantes de esta situación son: la pérdida de empleos (principalmente en el sector informal, turismo, industria, construcción, maquila, transporte y agrícola), la reducción de las reservas de granos básicos en el hogar, la tendencia al aumento de precios de granos básicos y la limitación de la movilidad y transporte que ha disminuido grandemente los desplazamientos de población, limitando poder ofrecer mano de obra y llevar a cabo comercio informal.
Además, estas limitaciones están mayormente asociadas a las medidas tomadas para enfrentar la pandemia del COVID-19 y al efecto de huracanes (Eta y Iota) a nivel nacional.
A esto se añade que en una buena parte de los departamentos analizados existen condiciones de servicio de agua no tratada adecuadamente y en alrededor de tres a cuatro hogares no cuentan con servicio sanitario conectado a alcantarillado o pozo séptico, lo cual ha sido exacerbado por los efectos de los huracanes.
Menciona que se necesitaría una acción urgente, con intervenciones de respuesta enfocadas en salvar vidas y medios de vida con un plan de respuesta que incluya ayuda alimentaria, asistencia monetaria y redistribución de activos, de acuerdo con los factores clave y limitantes identificados. GO/Hondudiario