***Abrir las escuelas de los 30 municipios más pobres y con menos positividad, requeriría solo 1,744 vacunas.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), presentó este martes una propuesta con una serie de recomendaciones y base de datos para priorizar el proceso de vacunación de los docentes que se encuentran en las zonas rurales, donde los niños y niñas tienen menor acceso a internet, menos casos de COVID-19 y mayor pobreza, y lograr con esto una reapertura gradual del sistema educativo.
La propuesta establece favorecer a los niños y niñas más excluidos de la educación en línea, a medida que se logre vacunar gradualmente a los maestros que se encuentren en zonas rurales, en función de las áreas con menos penetración de internet, mayor pobreza y menos casos de COVID-19 registrados.
Los municipios propuestos son: Dolores Merendón, del departamento de Ocotepeque; La Trinidad, Comayagua; Valladolid, Lempira; Dolores y San Agustín en el departamento de Copán; San Marcos de Caiquín, Lempira; San Jerónimo, Copán; Tomalá y Santa Cruz, Lempira; Fraternidad, Ocotepeque; Alubarén, Francisco Morazán; La Virtud, Lempira; San José de Potrero y San José de Comayagua, en el departamento de Comayagua.
Entre los municipios rurales, más pobres y con menos casos de COVID-19, también figuran: San Miguelito en Francisco Morazán, San Francisco de Opalaca en Intibucá; Cololaca, Erandique, Gualcince, Piraera, San Andrés y San Manuel de Colohete, en el departamento de Lempira; Santa Rita en Santa Bárbara, Meámbar en Comayagua; Concepción, El Paraíso y San Antonio, en Copán; Duyure y San Isidro, en Choluteca y Nueva Armenia del departamento de Francisco Morazán.
En tanto, la reapertura gradual del sistema educativo en estos 30 municipios de Honduras, donde los estudiantes no poseen dispositivos tecnológicos, sus comunidades tienen poco acceso a internet y sus familias no pueden pagar el servicio de internet; requeriría 1,744 vacunas.
Tomar decisiones con base a evidencia
La propuesta del capítulo de Transparencia Internacional en Honduras, que establece ir vacunando gradualmente de acuerdo al nivel de positividad de casos de COVID-19, nivel de pobreza y acceso a internet; surge a causa de las alarmantes cifras que determinan que el 73 por ciento de los estudiantes que se retiraron del sistema educativo, lo hicieron por falta de dinero para comprar internet y el 52 por ciento de padres de familia de escuelas públicas, consideran que sus hijos están aprendiendo poco o nada
Asimismo, el 68 por ciento de estudiantes matriculados no tiene Internet para clases virtuales o solo pueden recibir contenido por medio de WhatsApp. Estableciendo como consecuencia, que solo se reciba el 20 por ciento del tiempo efectivo de clases al año.
Por el alto número de niños excluidos del sistema y dentro del mismo con baja calidad educativa, el impacto a futuro de dichas cifras se reflejará con altos déficits educativos en la juventud. GO/Hondudiario