viernes, marzo 14, 2025
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Se agota el tiempo para hallar sobrevivientes del sismo en Turquía y Siria

Tegucigalpa, Honduras

***Los equipos de rescate en Turquía y el norte de Siria continúan luchando contra el frío para buscar entre los escombros a supervivientes del violento sismo y sus réplicas.

[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]

Los equipos de rescate en Turquía y el norte de Siria continúan sus esfuerzos contra el reloj y el frío para buscar entre los escombros a supervivientes del violento sismo del lunes, cuyo balance ya superó los 11,200 muertos y se convirtió así en el más mortífero desde el que en 2011 provocó un tsunami en Japón que mató a 18,000 personas.

Una actualización de las cifras de la agencia de noticias francesa AFP este miércoles indica que al menos 8,574 personas murieron en Turquía y 2,662 en Siria a consecuencia del fuerte terremoto de magnitud 7.8 y las réplicas que estremecieron a los dos países el pasado lunes.

La ayuda internacional se esperaba que llegase el martes a las zonas castigadas por el terremoto y sus réplicas con los primeros equipos de socorristas procedentes de Francia y Catar.

El presidente Joe Biden, por su parte, prometió a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, «toda la ayuda necesaria, sea la que sea».

El contingente francés de apoyo pretende llegar hasta Kahramanmaras, en la zona del epicentro, una región de acceso difícil y sepultada bajo la nieve.

China anunció el martes el envío de una ayuda de 5.9 millones de dólares, que incluirá grupos especializados en el socorro en entornos urbanos, equipos médicos y material de urgencia.

Desafían clima gélido para lograr rescates

A las seis de la mañana, el primer llamado a la oración resuena en Sanliurfa tras el mortífero sismo del lunes. En esta ciudad del sureste de Turquía, el día todavía no ha empezado y para muchos el hambre ya aprieta.

«¿Han encontrado pan?», pregunta un hombre de edad avanzada, con un gorro cubriéndole la cabeza, antes de seguir su camino.

Las calles están vacías. El mercurio supera ligeramente los 0 ºC, pero la sensación térmica es bajo cero. En el barrio, ningún comercio subió todavía las persianas. En la noche del lunes, a todos les faltaba pan.

A cien metros de allí, detrás de las vallas del imponente hotel Hilton, donde decenas de familias encontraron refugio tras el terremoto, las palabras ‘sopa’ y ‘pan’ están en boca de todos.

Algunos niños juegan, aunque la mayoría siguen durmiendo en las baldosas, abrigados con capuchas y guantes. Muchos padres ya se despertaron o simplemente no durmieron en toda la noche.

«Llegamos aquí ayer a las tres de la tarde. El hotel nos dio sopa por la noche, pero la noche ya ha pasado. Tenemos hambre y los niños también», dice a la AFP Imam Çaglar, de 42 años.

«Las panaderías estarán cerradas, no sé cómo vamos a encontrar pan», se preocupa este padre de tres niños.

Ni se plantea ir a buscar víveres a su casa, situada a pocas calles, por temor a las incesantes réplicas.

«Vivimos en la primera planta de tres. Tenemos demasiado miedo de volver», dice sacudiendo la cabeza. «Nuestro edificio no es en absoluto seguro», agrega.

Un pequeño vaso de sopa

«Recibimos un pequeño vaso de sopa, no es suficiente», se queja Mehmet Çilde, de 56 años y seis hijos, que espera que la autoridad municipal distribuya comida. «Pero no tenemos ninguna información, nada», asegura.

Filiz Çifçi se perdió el reparto de sopa que se hizo en la víspera un poco más arriba en la avenida.

La madre y sus tres hijos, que huyeron de su apartamento en plena noche del lunes con tres mantas y sus teléfonos, prefirieron saltarse una comida que esperar bajo el viento y una lluvia gélida.

«Simplemente tomamos té y café anoche, nada más», lamenta la treintañera, con velo y túnica de color malva, sentada cerca de los aseos del hotel.

Desconoce si los niños tendrán suficiente para comer el martes o en los próximos días. «Por ahora, no tenemos nada más que nuestras mantas», asegura.

Se frena, piensa, y continúa: «Al menos, aquí, el agua es potable«. Univisión/Hondudiario

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