SEAN SERIOS
Por Saúl Bueso
Un recordado amigo y colega, ya fallecido, apago su voz en el programa radial Gaceta Informativa que dirigía y producía en la emisora capitalina HRN, recordamos su cuadrafónica voz y sus sesudos cometarios sobre la realidad nacional, los cuales fueron sellados con la frase SEAN SERIOS, frase que debe entenderse como, ‘hagan bien las cosas, y dejen la chabacanería’.
En el año 2014 el auditorio y la radio, escucho apagarse su voz, pero siempre quedo en los oídos receptores la frase ‘SEAN SERIOS’, y esta misma sigue sonando como eco, en todos los actores que participan en la administración pública y en aquellos que se relacionan con la misma cuando sin recato alguno hablan primero para después pensar.
Cada vez que vemos las actuaciones de las autoridades y ‘administradores’ de la cosa pública y los escuchamos decir o asegurar tales o cuales cosas, con menosprecio a la inteligencia de quienes los escuchan, creemos que tenemos la obligación y el deber ciudadano de hacer nuestra la frase inmortal y decirles con fuerza SEAN SERIOS, déjense de chabacanadas.
Cuando los colocados en cargos públicos, sin tener la capacidad profesional por carecer de un título, o tener a flor de piel la inexperiencia, y su único mérito es ser corifeo de desaciertos, o miembro de la base o de la cúpula del partido que gobierna, o ser de los ‘ideólogos de las estrategias o de las artimañas políticas partidarias, toman decisiones producto de análisis epidérmicos, debemos recordarles la frase del desaparecido colega.
En una copla el cantor argentino, formado en Tandil, el señor Cabral, decía, ‘la culpa no es del cerdo sino del que lo alimenta’, tomándolo del dicho original utilizado en varios países Andinos ‘la culpa no es del chanco sino del que le da afrecho’.
Dicho que recalca la responsabilidad de quienes permiten que se hagan mal las cosas. El dicho cantado en la copla por Facundo, nos recuerda que los gobernantes deben accionar todo aquello que llene las expectativas de la población, y que, si no lo hacen de acuerdo a esos altos intereses, debemos rechazar dichas acciones, sino lo hacemos, seremos cómplices del resultado posterior, y el Leviatán hará su parte.
Cuando escuchamos de parte de personeros del gobierno, propuestas descabelladas o afirmaciones orates, por ejemplo, que las ‘remesas crean más pobreza’, ‘que debemos fundar un banco para recibir remesas’, ‘que cambiando el contenido de los artículos de la constitución se acaba la desigualdad’, entre otras cosas, debemos enérgicamente decirles como sentenciaba Trino Murillo ‘SEAN SERIOS’. Basta ya con este tipo de administradores de la cosa pública, esto no puede seguir así. Saúl Bueso