*** El partido Liberal al borde del precipicio; Vergüenza contra dinero
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
Por: Rene Raudales
“Vergüenza contra dinero”, fue el lema utilizado muchas veces por el que fuera, en varias elecciones, el partido político más grande de Honduras y que tuvo en sus filas a notables e ilustres dirigentes y que lastimosamente fueron siendo sustituidas por algunos fabulistas y oportunistas alejados de los principios democráticos de esa institución o cuya imagen no goza del consenso de los liberales.
En las elecciones de noviembre del 2009 los votantes a favor del Partido Liberal eran de 817 mil y reflejaban una reducción de cerca de 200 mil simpatizantes; la pérdida de votantes se fue agravando pues en las elecciones internas del 2021 el número de votantes fue de 678,370 y posteriormente reducido pues en las elecciones generales alcanzó 335,762 votos. Pero a nivel de alcaldes el volumen de votos fue de aproximadamente 900 mil votos.
A pesar de la reducción en su cantidad de votantes es indudable que esta institución política mantiene un significativo número de electores leales al Partido Liberal y sus principios democráticos e incluyendo algunos que se alejaron momentáneamente a causa de las contradicciones internas dentro de ese partido político.
Ese caudal político le permitió al Partido Liberal, en las últimas elecciones del 2020, obtener 22 diputados y 95 alcaldías y aunque haya perdido parte de su membresía sigue siendo una fuerza política a considerar y que eventualmente podría recuperar parte de su grandeza.
Pero su posible recuperación puede estar en grave peligro ante la propuesta de Xiomara Castro y Mel Zelaya quienes han lanzado una propuesta de cogobierno al Partido Liberal. Estos dirigentes del Partido Libertad y Refundación (LIBRE) ofrecieron al partido liberal tres ministerios en procura de un cogobierno y así alcanzar los objetivos que fueron propuestos por el gobierno.
Posteriormente el asesor presidencial, Manuel Zelaya Rosales, aclaró que la propuesta es real pero únicamente va encaminada únicamente al Congreso en alcanzar 65 votos que LIBRE requiere para obtener mayoría simple.
Es evidente que el objetivo primario del partido de gobierno es obtener la mayoría en el congreso nacional a través de que el Partido Liberal se adhiera y prácticamente se convierta en un apéndice de LIBRE que llevaría a consecuencias negativas y de largo alcance para los liberales. Esto es así porque si fueran votaciones en procura de un buen gobierno y medidas correctas el Partido Liberal acompañaría esas votaciones.
Pero una unión que no esté acorde al ideario de esa institución política representaría desconocer la voluntad de los liberales que no comparten la ideología de LIBRE y esa anexión significaría el hundimiento y el asesinato definitivo de la enseña rojo blanco rojo pues sería culpada por las culpas y desaciertos de este gobierno que ya son muchos.
Ante esta propuesta la mayoría de las autoridades de ese partido se han opuesto a este arreglo pues lo perciben como una trampa que perjudicaría gravemente a ese partido político; no obstante a pesar de la oposición mostrada tal parece que el presidente del central ejecutivo, Yani Rosenthal, quisiera favorecer este arreglo al acudir a la convención del Partido Liberal.
No cabe duda que la propuesta ha causado revuelo y han logrado parte de un propósito político al haber creado algunas divisiones dentro del Partido Liberal. Entre los que aceptan la propuesta algunos alcaldes señalan que se les ha marginado del apoyo para obras sociales lo cual conduce a pensar en el chantaje político y a caer en la trampa de pan para hoy y hambre para mañana.
La historia de esta clase de pactos, muestra que vienen endulzados con algunos beneficios que son de corto plazo, pero que al final han conducido a resultados trágicos para los que aceptan estas propuestas. Lo peor aún es que han sido un medio para utilizar una institución política para modificar la estructura estatal y por ende la democracia y el futuro de un país.
Para recordar la historia, en el entorno del socialismo del siglo XXI, baste recordar el pacto Alemán – Ortega, del año 2000 mediante el cual Arnoldo Alemán, líder del mayoritario Partido Liberal Constitucionalista (PLC) de Nicaragua aceptó un pacto político con Daniel Ortega; al final Alemán salió terminó preso y para recuperar su libertad debió llevar al PLC a una catástrofe política mientras tanto el resultado para Ortega es conocido pues al cumplir el presente mandato presidencia alcanzará 20 años continuos en el poder presidencial y 25 al considerar el período 1985-1990.
Olvidar la historia es el resultado de una memoria corta y peor aún sabiendo de los antecedentes de desengaño que sufrió Salvador Nasralla que ilusoriamente creyó en un profundo cambio ético y eficiencia administrativa mientras que, en solo 15 meses de gobierno, el resultado los problemas sociales y económicos tienden a agravarse con la criminalidad, pérdida de empleos y cierre de negocios producto de las extorsiones y amenazas. Tal es la percepción de la población que hoy considera que se equivocó en su boleta electoral.
Es normal que la clase política gobernante trate de encontrar acuerdos para alcanzar los votos necesarios para la aprobación de sus propuestas en el poder legislativo pero también es necesario resaltar que es diferente acordar votaciones por convicción de objetivos y principios que adoptar pactos que signifiquen la pérdida de identidad e independencia del Partido Liberal frente al actual partido de gobierno. Un partido que se aleja de su filosofía e ideario político pierde la sustancia que mantiene su electorado, minando su fuerza electoral y el prestigio del partido.
Quizás tenga entonces mucho sentido la frase, del 5 veces electo alcalde sureño, y declarado precandidato del Partido Liberal Quintín Soriano: “Mel Zelaya va a jugar enchute con los liberales”
Abril 2023