*** Así lo señaló el informe sobre clima de negocios 2023 que publicó el Departamento de Estado, en el que describe las oportunidades y dificultades para invertir en el país.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras [/su_heading]
El Departamento de Estado de los Estados Unidos advirtió que los controles de capitales y de precios, la elevada inflación, altos impuestos, la interferencia política en la Justicia y la corrupción oficial dificultan el clima de inversión en Argentina.
Así lo señaló en su informe en el informe argentino sobre el clima de inversión para 2023. Con una abundante descripción de las medidas adoptadas en los últimos años, la Oficina de Asuntos Económicos y Comerciales que dirige Ramin Toloui emitió una categórica evaluación sobre las oportunidades y obstáculos para las empresas de EEUU en el país, que representan la primera fuente de inversión extranjera directa en la Argentina.
Aunque cita innumerables dificultades, también describe que los inversores extranjeros no son discriminados, que hay potencial de crecimiento en varios sectores y que la fuerza laboral local es de calidad.
“Las regulaciones del mercado, como los controles de capital, las restricciones comerciales y los controles de precios, dificultan el clima de inversión en Argentina”, señaló el informe del departamento que dirige Anthony Blinken.

“La Argentina presenta oportunidades de inversión y comercio, sobre todo en agricultura, energía, sanidad, infraestructuras, tecnologías de la información y minería”, aclaró el reporte.
Sin embargo, “la incertidumbre económica, las políticas intervencionistas, la elevada inflación y el persistente estancamiento económico han impedido que el país aproveche al máximo su potencial”.
El informe recordó que el Gobierno “identificó sus principales prioridades económicas para 2022 como alcanzar un acuerdo con el FMI para renegociar el Acuerdo Stand-By de 2018, controlar la inflación y continuar la recuperación económica post pandemia”. “El Gobierno cumplió algunos de estos objetivos, ya que Argentina terminó 2022 con un crecimiento económico mejor de lo esperado, del 5,2 por ciento, pero con un alto nivel de pobreza (más del 43 por ciento), una elevada inflación del 95 por ciento (la tasa más alta en más de 30 años) y una creciente presión sobre el tipo de cambio”, indicó.
Al respecto, aclaró que “la Argentina ha podido cumplir los objetivos del programa del FMI en las cuatro primeras revisiones a pesar de sus medidas económicas heterodoxas”. Sin embargo, “el cumplimiento de las metas no ha contribuido a reequilibrar la economía ni a situarla en una senda sostenible”.
“Persisten los desequilibrios macroeconómicos, alimentados por la débil confianza, la escasa credibilidad de las políticas, la elevada inflación y la incertidumbre ante las elecciones nacionales de 2023″, sentenció.
“Incluso cuando la pandemia terminó y la actividad económica repuntó, el gobierno adujo el aumento de la pobreza y la elevada inflación como razones para mantener, e incluso ampliar, los controles de precios, de capital y de comercio exterior”, afirmó.
“Las exportaciones agrícolas y alimentarias, como la carne vacuna, la soja y la harina, fueron objetivos frecuentes de la intervención gubernamental”.
“A partir de mayo de 2021, el gobierno introdujo prohibiciones y otros límites a las exportaciones de carne de vacuno para hacer frente al aumento de los precios internos”, recordó.
“El conflicto en curso en Ucrania interrumpió parte del comercio con Rusia y el aumento de los precios del gas natural afectó negativamente a la balanza de pagos de Argentina debido a la necesidad de importar gas natural para el invierno austral”, indicó el reporte de Washington.
A la vez, “el conflicto también abrió una nueva demanda y unos precios mayores para las principales exportaciones agrícolas argentinas”.
“El elevado costo del capital afectó al nivel de inversiones en el desarrollo de proyectos de energías renovables, a pesar del potencial tanto de la energía eólica como de la solar”, detalló. Infobae/Hondudiario