*** Gutiérrez urgió a la población a no permanecer indiferente y a prestar atención a este problema.
[su_heading]Tegucigalpa, Honduras[/su_heading]
La designada presidencial, Doris Gutiérrez, señaló que la grave crisis ambiental en Honduras es consecuencia del “descuido criminal” de los recursos naturales y de la indiferencia de los propios hondureños.
A pesar de enfrentar serias dificultades, la población continúa quemando y descuidando estos recursos, advirtió Gutiérrez. Este comportamiento no solo empeora la crisis ambiental, sino que también impacta directamente en la salud pública, llenando los hospitales de pacientes con problemas respiratorios debido a la elevada contaminación.
“Nosotros los hondureños nos volvemos indiferentes y realmente actuamos cuando tenemos el agua al cuello”, declaró. La situación en Tegucigalpa es especialmente alarmante, con niveles de contaminación que alcanzan niveles históricos.
Gutiérrez urgió a la población a no permanecer indiferente y a prestar atención a este problema. Subrayó la necesidad de implementar medidas inmediatas y efectivas, especialmente en la concienciación sobre la importancia de cuidar el medio ambiente.
“La contaminación es producto del descuido criminal que hemos hecho de nuestros bosques, ríos y de todos nuestros recursos naturales”, reiteró.
La crisis ambiental en Honduras no es solo un problema actual, sino una amenaza creciente para el futuro. “La situación puede empeorar si no actuamos ahora”, puntualizó.
La densa capa de humo se mantiene este martes sobre la capital y sus alrededores. Lo que sí es notable, es una reducción del tráfico vehicular, debido a que los empleados públicos trabajarán desde casa, los centros educativos públicos tienen feriado, y muchas bilingües adoptaron las clases virtuales.
Desde el lunes, Tegucigalpa, hogar de 1,5 millones de personas, registró sus peores niveles de calidad del aire, exacerbados por incendios forestales y condiciones climáticas adversas. La concentración de partículas PM 2.5 alcanzó los 395 microgramos por metro cúbico, según la empresa suiza IQAir, un nivel alarmante que subió las emergencias respiratorias y obligado al cierre del aeropuerto de la ciudad. OB/Hondudiario