*** La región del Bajo Aguán es escenario de prolongados conflictos por la tierra.
El sacerdote jesuita Ismael Moreno Coto cuestionó la falta de interés en la crisis agraria que afecta al Bajo Aguán, en un contexto donde el debate público y la agenda gubernamental parecen concentrarse exclusivamente en el proceso electoral.
“Cuanto más crece campaña electoral, menos atención a graves conflictos nacionales. El Aguán arde mientras en este último año de administración pública, la institucionalidad parece convertida en plataforma electoral”, expresó el sacerdote, conocido como “Padre Melo”, a través de su cuenta en la red social X.
La región del Bajo Aguán es escenario de prolongados conflictos por la tierra, generando tensiones entre campesinos, empresas y autoridades. Sin embargo, en medio del actual panorama político, los reclamos por una solución están relegados, lo que ha suscitado críticas desde distintos sectores.
Por lo anterior, organizaciones sociales, campesinas y de derechos humanos en Honduras declararon “emergencia” en el departamento de Colón, especialmente en la zona del Valle del Aguán, debido al “riesgo mortal” que enfrentan los campesinos organizados.
Las entidades denunciaron que existe “una estrategia para desarticular la lucha campesina e indígena” en el país, particularmente en esta región, donde familias enteras, incluyendo mujeres, hombres y menores de edad, viven “el terror cada día desde hace meses, agudizado en estos últimos días de enero”.
Las organizaciones lamentaron que “los llamados de auxilio y solidaridad” de los campesinos no hayan sido atendidos por el gobierno de la presidenta Xiomara de Zelaya, a quien acusaron de ser “cómplice ahora” de la violencia que azota a Colón, una de las zonas más conflictivas del país por los históricos problemas de tierras y la influencia del narcotráfico.
Además, cuestionaron que la Policía Nacional en el Valle del Aguán “no interviene en favor de la vida” de los defensores de la tierra, mientras que los “mecanismos judiciales no se implementan efectivamente para capturar a los líderes de estos grupos que mantienen aterrorizadas a las familias campesinas”.
Las organizaciones expresaron su pesar por el reciente asesinato de José Luis Hernández y Suyapa Guillén, miembros de la cooperativa campesina Gregorio Chávez, en un ataque ocurrido el viernes 31 de enero en la comunidad de Rigores, Colón. Este hecho elevó la preocupación por la seguridad de los campesinos y la falta de acciones concretas por parte del Estado para garantizar su protección. OB/Hondudiario