lunes, marzo 3, 2025
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Ciudadanía Democrática de Honduras en ejercicio de su soberanía  mediante su voto en el proceso electoral 2025

Tegucigalpa, Honduras

 

Por: Ciudadano H. Roberto Herrera Cáceres

Pueblo, ciudadanía y elecciones en el Estado de Honduras. De la soberanía y libre determinación política del Pueblo deriva la organización constitucional de Honduras como Estado soberano constituido bajo la forma de República democrática y Estado de Derecho. A consecuencia de ello, lo más importante en el Estado es su fundamento en la Constitución de la República y el logro de su finalidad superior de garantizar  – a todos los habitantes de Honduras y sus migrantes –  la dignidad humana y el progresivo disfrute de los derechos humanos, como bien común expresado en bienestar y progreso social individual, familiar y de la sociedad en su conjunto, sin discriminación alguna.

La ciudadanía dispone de medios o instrumentos para lograr ese bien común, ejerciendo su derecho al sufragio y votando de manera consciente y responsable, para seleccionar ciudadanos (as) ejemplares y capaces de conformar buenos gobiernos que fomenten e impulsen condiciones de bienestar y progreso social en democracia, libertad, desarrollo y paz; y asimismo apoyar y controlar esos  gobiernos que, por el voto popular, resulten electos para gestionar legítimamente el Estado como la Patria por todos (as) compartida, con igualdad de oportunidades y posibilidades para todos (as), asegurando así el cumplimiento de la finalidad suprema del Estado y de la sociedad.

Por y para ello, el ejercicio responsable y consciente  del derecho al sufragio y el voto:  es tanto un derecho y un deber, como una función constitucional de toda la ciudadanía en unidad de pensamiento y de acción solidaria y participativa para la protección y promoción de la dignidad humana de todas las personas y del pueblo. Unidad del pueblo que debe extenderse a la constante participación política ciudadana en los asuntos públicos como la mejor garantía de la gobernanza y gobernabilidad hacia el bien común; y como control y apoyo del buen gobierno en la gestión constitucional del Estado democrático y de Derecho.

Esa es también la mejor manera de evitar la autocracia y dictadura que además de la deslealtad constitucional de quienes las fomentan y practican desobedeciendo el Estado democrático de Derecho promueven la desinformación, la violencia y el odio entre la ciudadanía, atentando contra la dignidad humana, la vida y la unidad de las familias y de las comunidades.

A la luz del orden constitucional, el pueblo – en su conjunto – es el permanente titular de la soberanía o la más alta autoridad en Honduras y  los integrantes de los gobiernos sólo son sus representantes y servidores en la gestión del Estado democrático de Derecho para asegurar el respeto, la protección y promoción de la dignidad humana, en un entorno permanente de bienestar general y progreso social de todos (as) los habitantes de Honduras.

La ciudadanía es la legítima y legal representante del pueblo soberano y su indiscutible líderesa en la protección y defensa de la Constitución y de la dignidad nacional y en la expresión genuina de las aspiraciones populares, tal como ocurrió mediante el voto democrático al decretar y sancionar libremente la Constitución de la República de 1982, como la norma fundamental que regula la organización y el funcionamiento del Estado hacia la indicada finalidad superior, así como el de la sociedad, de asegurar el bien común para toda la hondureñidad.

Necesitamos tener siempre presente lo anteriormente expuesto, en particular en tiempo de elecciones por ser el elemento clave de la democracia y que, en Honduras, debieron   ser precedidas por la formación pluralista y educación cívica electoral que, según la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas, debe realizarse por medio de un programa permanente que mejore los conocimientos y aptitudes de la ciudadanía.

Educación Cívica Electoral y requisitos mínimos para seleccionar ciudadanos (as) idóneos, como candidatos (as) desempeñar cargos públicos. Ya hemos señalado el insuficiente cumplimiento, en la realidad social hondureña, de  lo relativo a actividades permanentes en educación cívica electoral y a su complementación, coordinación y eficacia, en cuanto al diseño democrático pluralista y aplicación con creatividad  de la educación cívica electoral en la educación pública formal; y, de igual manera, la capacidad de efectos prácticos de la educación no formal y la capacitación electoral.

En todo caso, estamos siempre en la necesidad urgente – como sociedad y Estado – de reorganizar e innovar con calidad democrática todo el sistema educativo nacional actual incluyendo la educación electoral, para lo cual ya hemos propuesto innovar con una educación nacional por la dignidad humana que – posibilitando el conocimiento y aprendizaje de las ciencias, tecnologías y las artes – se exprese por el cauce de la cultura democrática de dignidad y  derechos humanos. Aspectos que deberían ser abordado en la oferta electoral y en el eventual compromiso de gobierno, desde este año 2025, como respuesta a la demanda popular que la presenta como parte del conjunto de prioridades inmediatas del pueblo, entre las cuales se encuentran también la salud integral, alimentación y nutrición; el trabajo decente, el medio ambiente sano, la seguridad humana y el desarrollo sostenible.

Mientras tanto, en la actualidad, es importante recordar a todos nuestros conciudadanos (as) que la mejor garantía  para tener respuesta a esas demandas populares es como mínimo – en la realidad actual – seleccionar y votar por buenos gobiernos eligiendo – a cargos públicos – a ciudadanos (as) ejemplares que sean un modelo para los demás por su honradez; por conocer la Constitución y las leyes,  defenderlas, cumplirlas y velar porque se cumplan; por respetar  y tratar siempre con dignidad a las demás personas; por defender la dignidad y los derechos humanos de las personas y el pueblo; por interesarse en los problemas de la comunidad local y nacional; y por  cumplir todos sus compromisos y respetar la palabra dada.

Si el candidato o la candidata no reúne todos los requisitos anteriores significa que no forma parte de ese modelo de buen ciudadano y que su oferta electoral carece de credibilidad, tal como en el pasado quedó demostrado con otros ciudadanos (as) que nos engañaron fingiendo o imitando lo que no son para lograr nuestro voto; y siendo realmente lo que son al haber sido electos integrantes del gobierno del Estado.

Tal como se expresó en anterior diálogo: el próximo 9 de marzo, se practicarán elecciones internas y elecciones primarias y luego (30 de noviembre) se realizará las elecciones generales. Es de reiterar que esas tres elecciones constituyen una unidad indivisible. Es decir que si se les separa y se considera que cada una es diferente y con  distinta finalidad: se producirá la pérdida de la esencia de todo el proceso electoral, como conjunto de actos ordenados – por la Constitución de la República y la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas – con el objetivo final de elegir – cada cuatro años – al Presidente (a) y Designados de la República, a los Diputados (as) al Parlamento Centroamericano; a los Diputados al Congreso Nacional; y miembros de las corporaciones municipales.

De ahí que la esencia del proceso electoral en el cumplimiento de su objetivo final, requiera del voto responsable, consciente – en libertad – de cada ciudadano y ciudadana en todas las tres elecciones aludidas, sabiendo que son parte de la unidad del conjunto al cual la ciudadanía debe contribuir también a controlar, denunciando compra de votos, corrupción y fraudes electorales, para contrarrestar o hacer frente a los intentos de repetir las arbitrariedades cometidas en el pasado y, en su lugar, dar comienzo – desde este año-  al futuro esperado tan largamente y ahora al alcance de la juventud y demás generaciones actuales.

¡Que cada elector (a) verifique y vote, en libertad y democracia, por el candidato o candidata que responda a ese modelo de buenos ciudadanos (as) que – más arriba hemos expuesto – si, en verdad, busca transformar Honduras en auténtico Estado democrático  y de Derecho donde prevalezca la dignidad humana y el bienestar de todos los hondureños y hondureñas!

https://www.hondudiario.com/2024/11/11/cambio-pacifico-en-honduras-por-autodeterminacion-electoral-y-participacion-de-la-ciudadania-soberana/ https://www.hondudiario.com/2025/02/16/dialogo-y-poder-ciudadano-para-transformar-honduras/

 

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