*** Entre líderes de la oposición y otros sectores también han surgido los que ponen en duda el papel de las Fuerzas Armadas y el CNE.
Las Fuerzas Armadas de Honduras y el Consejo Nacional Electoral (CNE) dejaron muchas dudas en las elecciones primarias del domingo, previas a las generales del 30 de noviembre, por el desorden que hubo en la distribución del material electoral en las dos ciudades más importantes del país.
Las dudas sobre las dos instituciones, incluso entre los tres partidos políticos mayoritarios que participaron en la contienda, a la que fueron convocados más de 5,8 millones de hondureños, surgieron desde el momento en que el material electoral, cuya distribución y custodia les corresponde a los militares, no llegó a muchos de los centros de votación a tiempo.
En un hecho sin precedentes en la historia política del país, que ha sido marcada por guerras intestinas, elecciones amañadas, fraudes y golpes de Estado de los militares en los últimos 75 años, las primarias e internas, que pese a todo se celebraron en paz, hubo mesas electorales de Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes de Honduras, que abrieron más de doce horas después de que se iniciaron las votaciones.
Por razones que muchos no terminan de entender, ni los militares y el CNE de aclarar de manera convincente, al menos en Tegucigalpa, decenas de maletas electorales fueron despachadas desde el centro de acopio en microbuses del transporte urbano, conocidos como “rapiditos”, que parecía que iban a cualquier parte, menos a los centros de votación donde eran esperados por miles de votantes.
A medida que la población votante denunciaba que el material electoral no había llegado a los centros de votación de su barrio, también se multiplicaban los mensajes en redes sociales, de opositores, algunos señalando que se trataba de un nuevo fraude, o una jugada del partido en el poder, Libertad y Refundación (Libre), para que la gente se desanimara y no concurriera a las urnas.
Del oficialismo abundaron señalamientos responsabilizando del desorden a los opositores partidos Liberal y Nacional, a los que acusan de ser culpables de la “dictadura de doce años”, entre 2010 y 2022, gobernados por el Nacional, que fueron salpicados por denuncias de corrupción y narcotráfico.
Fueron muchos los votantes, como pudo confirmar EFE, que madrugaron para ser los primeros en ejercer el sufragio a partir de las 07:00 de la mañana, cuando se iniciaron las votaciones, pero al hallar cerrados los centros de votación, se regresaron a sus casas.
Algunos regresaron a los centros de votación muchas veces, la última en la madrugada de este lunes, porque el material electoral llegó hacia las 22:00 hora local.
Horas más tardes del inicio de las votaciones, y ante los múltiples señalamientos contra las Fuerzas Armadas, el jefe del Estado Mayor Conjunto, Roosevelt Hernández, dijo a periodistas que la demora en la entrega del material electoral en las dos ciudades más importantes del país, era “parte de la experiencia que se está adquiriendo”.
Sus declaraciones sorprendieron a muchos, porque los militares llevan casi medio siglo, desde que el país retornó al orden constitucional en 1980, después de casi dos décadas de regímenes castrenses, de ser los responsables del traslado y custodia, a nivel nacional, del material electoral, y de traerlo a Tegucigalpa después de las votaciones.
No faltaron el domingo los que culparon del incidente, además, a la precandidata presidencial del partido gobernante, Rixi Moncada, quien desde septiembre de 2024 es la ministra de Defensa, con autoridad sobre el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, institución que, un mes antes de las elecciones primarias e internas, pasaron a disposición del CNE.
Entre líderes de la oposición y otros sectores también han surgido los que ponen en duda el papel de las Fuerzas Armadas y el CNE, además de la transparencia, en las elecciones generales del 30 de noviembre, por lo ocurrido el domingo con la logística en las primarias e internas en las dos ciudades más importantes del país.
Sobre lo ocurrido, el Ministerio Público (Fiscalía), indicó este lunes que “el pueblo hondureño debe saber quién fue el responsable o responsables directos e indirectos de la obstrucción en el transporte y la entrega del material electoral” y que “llegaremos hasta el final”. EFE