*** Será una mezcla de la celebración comercial del amor y la amistad, el romance con cenas, joyas y hasta propuestas de matrimonio, con el recogimiento espiritual.
Estados Unidos se apresta a celebrar entre el ‘pecado’ y el arrepentimiento el Día de San Valentín en coincidencia con el Miércoles de Ceniza, que da paso a un periodo de penitencia en la Iglesia católica.
Será una mezcla de la celebración comercial del amor y la amistad, el romance con cenas, joyas y hasta propuestas de matrimonio, con el recogimiento espiritual.
El San Valentín tiene su origen en el festival de Lupercalia, de la antigua Roma, que a mediados de febrero marcaba el comienzo de la primavera con ritos de fertilidad, y el apareamiento de hombres con mujeres por sorteo.
La versión cristiana parece vinculada a Valentín, un sacerdote que murió como mártir bajo el emperador Claudio II Gótico. Según la leyenda el sacerdote firmó una carta “de tu Valentín” a la hija de su carcelero, a quien había curado de su ceguera.
Según la Federación Nacional del Comercio Minorista en EE.UU., se prevé que el 53 por ciento de los consumidores hará compras por un valor promedio de 185 dólares. De los 25 mil 800 millones de dólares gastados por el Día de San Valentín, las joyas encabezan la lista con 6.400 millones de dólares, seguidas por la cena en restaurante con 4 mil 900 millones de dólares.
Y tras los ritos amorosos y costosos de San Valentín, la fiesta cristiana supone un período de reflexión y durante cuarenta días observarán restricciones en su dieta y moderación en su vida diaria.
Según el Vaticano, el rito data del siglo XI, pero la tradición de marcarse con cenizas, un símbolo de la mortalidad, está arraigada en la antigua costumbre hebrea de vestirse con arpillera y echarse cenizas encima como señal de penitencia.
La duración del período de contrición imita el retiro de Jesús al desierto donde, según los Evangelios, ayunó y reflexionó sobre su misión. EFE