*** En una entrevista con EFE, Mejía contó que ha cargado en su vida con “mucho trauma” y encontró “mucho en común” con la historia de Gio Scuderi, el personaje central de su filme.
La cineasta Nicole Mejía escogió la historia de un veterano del Ejército para “A Place in the Field”, su primer largometraje, que se estrena este viernes en Estados Unidos y con el que escudriña un trauma personal como víctima de abuso sexual.
En una entrevista con EFE, Mejía contó que ha cargado en su vida con “mucho trauma” y encontró “mucho en común” con la historia de Gio Scuderi, el personaje central de su filme.
“Aunque son contextos diferentes, las dos experiencias son muy similares. Uno se cierra del mundo, no sabe cómo sanar”, dijo la directora, de 34 años, que fue víctima de abuso sexual cuando tenía 15 años.
El filme relata la lucha de Scuderi, interpretado por Don DiPetta, por superar el suicidio de su mejor amigo, que antes de su muerte le ha dejado una última misión de emprender un viaje por carretera en el suroeste de los Estados Unidos, donde enfrentará los demonios y los recuerdos que le atormentan.
Nacida en Miami (Florida), pero criada en Honduras, Mejía asegura que esta profunda historia también trae un poderoso mensaje sobre la perseverancia, la amistad y la fuerza para encontrar el camino para seguir adelante.
“A Place in the Field” no es la primera historia con la que la directora hispana relata el camino espinoso que se debe recorrer para enfrentar los traumas.
Su primer cortometraje “My Life Stopped at 15”, su tesis para graduarse del American Film Institute, está basado en su curación del abuso sexual.
El filme ganó el Premio ASC Heritage y fue seleccionado para el Concurso de Estudios de la Escuela de Arte y Cine de Camerimage 2022, en Polonia.
Mejía también apostó por contar la historia de las mujeres de su familia, cuando ella y su madre se mudaron a vivir de Honduras a Anchorage (Alaska) con su abuela, en el cortometraje de horror “Mancha”.
La cinta, que evoca la lucha de las mujeres de su familia contra el abuso sexual, cuenta la historia de Cory, la dueña de un restaurante que empieza a tener premoniciones de una maldición que ha puesto los ojos sobre su hija Lucy.
“Creo que es importante que hablemos sobre esos traumas que vamos cargando”, asegura la cineasta. “Hablé sobre esa película con las mujeres de mi familia y ahora estamos platicando más y ayudándonos para no quedarnos en el pasado y con ese dolor”.
Una estrategia que asegura usa en su nuevo proyecto, que estrena en cines de Estados Unidos este viernes, con el que se dio a la tarea de ver el trauma del veterano de guerra a través de la mirada femenina.
Considera que esto “le da una sensibilidad y un toque de humanidad diferente” a la historia.
Para eso se apoyó en un grupo de mujeres que conforman su equipo de producción con la que asegura está ayudando a romper el techo de cristal, que existe en Hollywood.
Con “A Place in the Field”, Mejía también está apostando por hacer un espacio a los cineastas latinos nacidos o criados en EE.UU. Cree que, a pesar del espacio logrado por grandes cineastas mexicanos y españoles, es necesario que se abra un espacio a los artistas latinos de “este lado de la frontera”.
“Es importante contar nuestras historias (las de los latinos en EE.UU.) a nuestra manera. Hay una perspectiva diferente y espero que el público latino nos apoye a llevar esas historias con éxito al cine”, señaló.
Mejía también cuenta con créditos como guionista y actriz, entre los que se incluye su participación en las series de televisión “Good Girls” y “I’m Dying Up Here” de Showtime. También protagonizó la película de 2018 «La furia del puño y el vellocino de oro».
Actualmente la directora hispana desarrolla una historia sobre dos amigas adolescentes que se ayudan. “En esta época es importante hacer historia sobre gente que se tiende la mano”, puntualizó. EFE