*** El pontífice argentino, que cumplirá 87 años el próximo 17 de diciembre, durante la audiencia confirmó que todavía no estaba bien “con esta gripe”.
El papa Francisco dijo este jueves que “gracias a Dios no es una pulmonía” la enfermedad que sufre, sino “una bronquitis muy aguda, infecciosa”, aunque ya no tiene fiebre y sigue curándose con antibióticos, al recibir hoy a los participantes en el seminario sobre “Ética en la gestión sanitaria” en una audiencia en el Vaticano.
También explicó las razones por las que los médicos le aconsejaron no viajar a Dubái para participar en la cumbre climática COP 28: “La razón es que hace mucho calor ahí, y se pasa del calor al aire acondicionado. Y esto en esta situación bronquial, no es conveniente”.
“Sí, gracias. Como ven, estoy vivo. El médico no me dejó ir a Dubai (…) Agradecer a Dios que no fue una pulmonía. Es una bronquitis muy aguda, infecciosa”, aclaró el papa durante una mañana en la que el pontífice ha mantenido toda su agenda, aunque ha preferido no leer los discursos para no cansarse demasiado.
Aseguró que ya no tiene fiebre y que sigue curándose con antibióticos. “Las condiciones del Santo Padre son estables, no tiene fiebre, pero persiste la inflación pulmonar asociada a los problemas respiratorios”, confirmó este miércoles el Vaticano en un comunicado después de que el papa celebrase la audiencia general antes miles de fieles en el aula Pablo V.I
“La salud tiene como una cosa contraria, es fuerte y frágil. Qué salud que tiene este, cómo aguanta, qué fuerte, pero también es frágil. Y una salud mal cuidada cede a la fragilidad. A mí me gusta mucho la medicina preventiva, porque previene antes que vengan los acontecimientos”, dijo el papa a los participantes en el seminario.
Y agregó: “Yo les agradezco lo que hacen. No sólo buscar soluciones médicas, farmacológicas, sino también acariciar la salud, es decir, pensar sobre el bien de la salud. Y cómo conservar ese bien. No sólo curar sino conservar. Es un trabajo para ustedes, yo les agradezco que hayan venido”.
“Y perdonen un poco que no puedo hablar más, pero no me da el cuero. Así que lo que sí me gustaría es saludarlos”, agregó el papa en una mañana en la que tuvo siete audiencias.
El pontífice argentino, que cumplirá 87 años el próximo 17 de diciembre, durante la audiencia confirmó que todavía no estaba bien “con esta gripe”.
El pasado sábado Francisco fue sometido a una TAC en un hospital de Roma que confirmó estos problemas de salud, pero descartó una neumonía.
De esta manera, se anunció por sorpresa, que, por recomendación médica, había tenido que suspender el viaje que iba a emprender mañana, del 1 de diciembre al 3 de diciembre a Dubái.
En abril, fue hospitalizado tres días por una bronquitis que tuvo que ser tratada con antibióticos y que preocupó ya que el pontífice llegó con fiebre y en ambulancia y en junio, por sorpresa, y ante la presencia de unas adherencias debido a su anterior operación por divertículos en el colon en julio de 2021, tuvo que volver a ser operado de una hernia abdominal y estuvo ingresado nueve días. EFE