*** El triunfo de Trump ha sido recibido con optimismo cauteloso en México, donde empresarios y analistas ven oportunidades para fortalecer la relación económica.
La victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses ha encendido alarmas en América Latina, una región que anticipa cambios drásticos en las relaciones bilaterales, el comercio, la política migratoria y la seguridad.
Países como México, Brasil, Argentina, Venezuela, Cuba, Colombia y El Salvador se preparan para afrontar posibles repercusiones económicas y políticas que podrían reconfigurar su vínculo con Washington y modificar el panorama regional.
El triunfo de Trump ha sido recibido con optimismo cauteloso en México, donde empresarios y analistas ven oportunidades para fortalecer la relación económica. La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su confianza en mantener una relación respetuosa y de cooperación con EE.UU.
A pesar de las políticas proteccionistas de Trump en su primer mandato, analistas consideran que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) sigue siendo un marco sólido que brinda estabilidad y oportunidades a largo plazo.
Gabriela Siller, de Banco Base, destaca el potencial de crecimiento en exportaciones y la relocalización de empresas debido a la guerra comercial entre EE.UU. y China, mientras que Julio Carranza, de la Asociación de Bancos de México, estima que la relación comercial no solo se mantendrá, sino que se fortalecerá, siendo México un socio clave en el T-MEC.
Fricciones políticas con México
Sin embargo, en el ámbito político se anticipan fricciones. Martha Bárcena, exembajadora en Washington, advirtió de que la relación entre ambos países es como un “matrimonio sin opción de divorcio”, con lazos históricos que perduran pese a las diferencias. Algunas promesas de Trump, como el cierre de fronteras y redadas, podrían afectar a México, considera.
En tanto, los mercados están reaccionando de forma menos volátil en comparación con 2016, lo cual se atribuye a una adaptación a su estilo de gobierno y la protección que ofrece el T-MEC, considera Janneth Quiroz, de Grupo Financiero Monex.
Pocas horas después de que se confirmara el triunfo de Trump, presidentes, expresidentes y líderes latinoamericanos le ofrecieron su apoyo para fortalecer los lazos políticos y comerciales de la región con el país norteamericano.
Uno de los primeros en felicitarlo fue el presidente argentino, Javier Milei, quien a través la red social X le dijo: “puede contar con Argentina para llevar a cabo su tarea”. El gobernante ultraliberal exaltó la “formidable victoria electoral” del republicano y añadió: “Ahora, Haga América Grande Otra Vez”.
Trump, el “colega republicano” de Milei
Además, Milei ha anunciado que viajará la próxima semana a Estados Unidos para reunirse con su “colega republicano”.
La victoria de Trump prácticamente ha coincidido con la destitución de la ministra de Relaciones Exteriores argentina, Diana Mondino, tras su decisión de votar a favor en la ONU de levantar las sanciones a Cuba. Este hecho evidencia cuál es la visión internacional de Milei, quien considera prioritarios a Estados Unidos e Israel, “según dijo el propio mandatario”.
Milei nombró en el cargo a Gerardo Werthein, empresario millonario y judío sin experiencia diplomática. Se espera que el mandatario argentino anuncie al embajador en Washington durante su encuentro con Trump. Algunos analistas sugieren que podría ser un allegado tanto de Milei como de Trump proveniente del mundo de los negocios.
Cuba teme una nueva vuelta de tuerca
Cuba teme que un segundo mandato de Trump en la Casa Blanca suponga una nueva vuelta de tuerca en el régimen de sanciones de Washington contra la isla.
En sus primeros cuatro años como presidente, el republicano aprobó más de 240 medidas contra el vecino socialista y lo incluyó en la lista de países que patrocinan el terrorismo, lo que dificulta enormemente las operaciones financieras del Estado cubano en el exterior.
El exembajador cubano en Estados Unidos José Ramón Cabañas señala a EFE que para La Habana no era trascendente qué candidato ganaba las elecciones, porque la política exterior de ambos era similar.
Cuba está “acostumbrada a navegar en aguas turbulentas”, asegura el diplomático, ahora director del Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI). Pero lo cierto es que 48 horas después de los comicios, el Gobierno cubano aún no ha reaccionado públicamente.
La colaboración antinarcóticos, esencial para Colombia
El Gobierno colombiano confía en que la relación estrecha con Estados Unidos, basada en la colaboración contra el narcotráfico, se mantenga bajo la segunda administración de Trump.
Aunque pueden surgir diferencias, “es importante encontrar un lugar común” en el tema de la política de drogas, considera el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Luis Gilberto Murillo.
Trump “pondrá mayor atención a temas relacionados con la seguridad, migración y comercio”, en contraste con el gobierno de Joe Biden, estima María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia.
Aunque las políticas de “América Primero” protegen industrias críticas para EE.UU., Colombia no es vulnerable a estas medidas debido a su baja dependencia de las importaciones de bienes sensibles, agrega esta analista.
El Salvador teme deportaciones masivas
El Salvador está a la expectativa ante el tema migratorio por la amenaza de deportaciones masivas de salvadoreños, una de las propuestas de Donald Trump. Millones de salvadoreños viven en Estados Unidos de manera ilegal, pero son el principal sustento económico de sus familias en El Salvador.
Las remesas provenientes de Estados Unidos representan el motor económico principal del país. En el período de enero a julio de 2024, El Salvador recibió 4.756 millones de dólares en remesas, un aumento interanual inferior al 1 por ciento respecto al mismo período de 2023.
Sin embargo, el presidente Nayib Bukele mantiene una relación cercana con Trump, como se evidenció durante la primera Administración del expresidente, donde ambos Gobiernos tuvieron buenas relaciones sin tensiones. EFE