*** La falta de insumos revela es estado crítico de la salud pública que tiene en el limbo al pueblo hondureño.
El sistema de salud de Honduras reveló la incompetencia del Gobierno comandado por la presidenta Xiomara de Zelaya y la gran cantidad de familiares que tiene en el poder, la falta de insumos y cirugías del Hospital Escuela el cual es uno de los mayores centros médicos del país deja en evidencia que el pueblo hondureño sigue recibiendo migajas mientras ellos se llenan los bolsillos.
En horas de la mañana se expuso que el Hospital Escuela sufre una tardanza la cual alcanza una cifra del 73 por ciento y con una mora quirúrgica en 78 por ciento, una situación que afecta a gran parte de la población que asiste al centro asistencial.
Asimismo, unas 5 mil cirugías no se han podido realizar debido a poca infraestructura y capacidad que tiene este hospital, y que cabe destacar, es uno de los principales centros que recibe a pacientes de todo el país.
Además, se denunció que ni algodones hay en el Materno Infantil del Hospital Escuela donde decenas de cirugías selectivas han sido suspendidas por no contar con este tipo de insumos, algo lamentable que refleja que la Secretaría de Salud (SESAL), comandada por la titular, Carla Paredes, no ha hecho absolutamente nada, misma que quiere arreglar la situación del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
La Asociación para una Sociedad más Justa se pronunció al respecto y expresó que a pesar que el Gobierno declaró estado de emergencia sanitaria desde el 2022 para agilizar compras de medicamentos y así garantizar el abastecimiento. La SESAL redujo este 2024 al menos 429 millones de lempiras del presupuesto para la adquisición de productos farmacéuticos y medicinales.
Según datos de la ASJ, el presupuesto vigente es de 1,961 millones de lempiras de los cuales aún quedan sin ejecutar al menos 848 millones que equivalen al 43 por ciento. Por otro lado, esto devela que la falta de ejecución limita el acceso de medicamentos e insumos necesarios para brindar atención de calidad a los hondureños, perjudicando a la población de escasos recursos.
Otro sector en pronunciarse fue el Colegio Médico de Honduras (CMH), mediante su presidente, Samuel Santos, el cual dijo que se debe de intervenir la salud pública de Honduras para tener un sistema eficiente que garantice la atención al pueblo.
“El primer requisito es dinero, si no se invierte en salud no se va a tener un sistema nacional que nos haga sentir la seguridad que podemos ir a un hospital del Estado y nos van a poder salvar la vida o recuperar la salud perdida”, comentó Santos.
Agregó que para el 2024 el CMH pidió un presupuesto de 49 mil millones de lempiras para la salud pública pero solamente le otorgaron 29 mil millones lo que deja un déficit de 20 mil millones de lempiras.
Insistió al decir que el Gobierno de Xiomara de Zelaya hizo creer a la población que los enemigos eran los médicos, enfermeros y auxiliares que recibían una gran cantidad de dinero como salario, afirmando que son un gremio privilegiado, “estamos pagando en este momento los residuos de esa guerra infructuosa porque no nos llevó a ningún lado porque se nos hizo ver mal”.
Finalmente, la para la diputada y ex presidenta del Colegio México de Honduras, Suyapa Figueroa, dijo que, pese al incremento de la partida presupuestaria de la SESAL, no se ha visto una mejora en los centros asistenciales del país.
“Seguimos teniendo las mismas deficiencias, seguimos teniendo un sistema sanitario colapsado con una pobre mejora respecto a las expectativas, pero sobre todo las necesidades que ya se sabían”, expuso Figueroa.
Concluyó, “este Gobierno solo sabe decir que el Hospital Escuela no era parte de la Secretaría de Salud, esa era la excusa anterior, sin embargo, la Constitución es clara con respecto de decirle a quienes gobiernan que son los tutelantes del derecho a la salud de las personas”.
El Gobierno de Xiomara de Zelaya y su familia vinculada a cargos políticos, aluden que han hecho una cantidad de hospitales. Pero, lo que sucede con el Hospital Escuela solamente desenmascara la clase de personas que son, no velan por la integridad del porcentaje mayoritario de Honduras, es decir, la población más pobre, por ende, son más de lo mismo y Honduras ya lo notó. AB/Hondudiario