Falta de información y socialización oscurecen proyecto carcelario en Islas del Cisne

Share on facebook
Facebook
Share on twitter
Twitter
Share on telegram
Telegram
Share on whatsapp
WhatsApp
Share on email
Email

*** A la fecha, más de 80 pronunciamientos han sido emitidos por diversas organizaciones, coaliciones y comunidades originarias en rechazo al proyecto y proponen que se identifique otro sitio para la edificación de la prisión.

Tegucigalpa, Honduras

La poca de información y falta de consultas comunitarias alrededor del proyecto carcelario en Islas del Cisne, un pequeño archipiélago biodiverso en el Caribe hondureño, es un precedente temerario y preocupante, reiteran ambientalistas nacionales, después de que el gobierno declaró fallido el proceso de adjudicación de contratos para las empresas que construirán el polémico recinto penitenciario.

Vecinos de Guanaja, Islas de la Bahía, municipio que ejerce jurisdicción en las Islas del Cisne, confirman que el Gobierno Central no hizo consultas previas y participativas con las organizaciones comunitarias, ni con los gobiernos locales.

Técnicos y activistas ambientales siguieron de cerca lo que según la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA), fue un cabildo consultivo alrededor del proyecto, en Guanaja.

“Según han reportado algunos asistentes a la convocatoria en Guanaja, se llamó a una reunión informativa, no consultiva; porque la decisión ya estaba tomada, así lo dijeron los representantes del gobierno. No fue un cabildo abierto. Los asistentes manifestaron no estar de acuerdo con la construcción de la cárcel en Islas del Cisne”, cuenta Irma Brady, directora ejecutiva de la Asociación para la Conservación Ecológica de las Islas de la Bahía (BICA).

La ambientalista de la región insular confirmó que técnicos de BICA en Guanaja estuvieron en la reunión informativa, no un cabildo. “Lo único que firmaron fue la lista de asistentes, aclarar que no firmaron ningún documento manifestando estar de acuerdo con esa construcción”, concluyó Brady.

Esta semana, la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), cuestionó la evidente falta de participación ciudadana y la incoherencia administrativa ambiental bajo la cual se ha manejado el proyecto.

A la fecha, más de 80 pronunciamientos han sido emitidos por diversas organizaciones, coaliciones y comunidades originarias, todos en rechazo al proyecto y proponen que se identifique otro sitio para la edificación de la prisión, señala ASJ.

El ente de sociedad civil concluye, que, está “evidenciado el limitado acceso a la información porque se desconoce si se cuenta con los estudios, legales, técnicos, ambientales, sociales e impacto económico y financiero del proyecto, que todo cumpla con los procedimientos, normativas y protocolos nacionales y que garanticen su factibilidad”.

Biodiversidad con características únicas, en riesgo:

El Instituto de Conservación Forestal (ICF) reconoce en su Anuario Estadístico Forestal de 2022 a las Islas del Cisne como un área protegida, declarada como Parque Nacional Marino, dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y Vida Silvestre de Honduras (SINAPH), por lo que, con la aprobación de una licencia ambiental en un área protegida con condiciones ecológicas únicas, la autoridad ambiental y de áreas protegidas está incumpliendo su responsabilidad legal.

“Hacer una cárcel es lo más absurdo del mundo. Cuando yo conocí las Islas del Cisne lo visualicé como un atractivo ecoturístico perfecto para visitantes de élite, artistas, cantantes y empresarios que buscan lugares aislados, esa actividad turística es cara y sería rentable. Yo no soy un ambientalista cerrado, si los recursos están hay que aprovecharlos de manera sostenible”, propone Jafeth Zablah, un guía turístico ceibeño que estuvo en las islas en 2019.

En esta zona del Caribe hondureño se encuentra el mayor banco de peces del continente americano (Rosalinda) y, de concretarse el proyecto de la mega cárcel, es urgente considerar que los pobladores de la zona dependen de la pesca y ecoturismo para subsistir como medio de ingreso y consumo alimenticio, serán afectados directamente, perderán sus medios de vida y aumentará el riesgo de inseguridad alimentaria.

“Islas del Cisne tiene una impresionante barrera de coral (arrecifes) y tiene un ave endémica que la compartimos con Islas Caimán, es el chipe vitelino (Sepophoga vitelina), el lugar debe de conservarse. El gobierno debería ampliar y mejorar las cárceles que ya tiene en otros lugares, mejor”, opina Zablah.

El observador de aves radicado en La Ceiba, concluye que este es “un ecosistema muy frágil y con solamente la presencia militar que hay ahora, se han generado impactos, las iguanas que hay ahí son muy grandes y se sabe que hay cacería excesiva de los soldados. Ahí hay presencia de gatos y estos acaban con la fauna local”.

Desde la sociedad civil ambiental, se hizo hace un llamado al gobierno para mantener las Islas del Cisne como un espacio de conservación perpetua y conformar una mesa de trabajo multisectorial, a fin de identificar con los técnicos en temas ambientales otros sitios para construir la cárcel con el menor impacto ambiental y social.

Hay registros de especie de lagartijas endémicas y aves que estuvieron presentes en la zona, pero simplemente ya desaparecieron. En el lugar se debería fomentar más la investigación, propone comunidad ambiental, ya que las Islas del Cisne son legalmente la única área protegida oceánica de Honduras, declarada zona de turismo en 1982, zona de conservación ecológica en 1989 y Parque Nacional Marino en 1991. (Por: Josué Quintana)

En nuestra Portada...

Coma
Coma