***El funcionario, añadió que la obligatoriedad es necesaria porque aquí no sólo está en peligro la vida de la persona que no se quiere vacunar.
El viceministro de Salud, Roberto Cosenza, dijo que la aplicación de la vacuna contra el COVID-19 tendrá que ser obligatoria en el país, para frenar los contagios y los decesos por esa enfermedad.
El gobierno analiza la posibilidad de declarar obligatoria la vacuna, en virtud que muchas personas se resisten a ser inmunizadas a pesar de las masivas campañas desarrolladas por la Secretaría de Salud.
Hasta el 22 de octubre, Honduras vacunó 6,772,732 personas contra el COVID-19, de las cuales, 4,088, 014 tenían primera dosis y 2,684,718, con doble dosis, según el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
Incluso, se ha iniciado la aplicación de la dosis de refuerzo a unos 79 mil hondureños, tras haber recibido las dos primeras dosis, que integran los grupos priorizados por las autoridades sanitarias.
El funcionario, dijo que “la obligatoriedad es necesaria porque aquí no sólo está en peligro la vida de la persona que no se quiere vacunar, sino que nos pone en riesgo también a nosotros que hemos luchado por salvar nuestras vidas”.
Aclaró que “al tener la vacuna no quiere decir que no nos podamos enfermar, claro que sí que nos podemos contagiar, pero la vamos a enfrentar de una forma diferente en relación a una persona que no esté inmunizada”.
“De manera, que creo que esto pasa por la responsabilidad de cada quien. Lo primero que se debe hacer es continuar fuertemente con estas campañas para hacer conciencia ciudadana”, sugirió.
“Luego de ese proceso, se deben tomar medidas. Vacunas hay para todos, además se ha trabajado bastante para llevar las dosis a toda la población en general y los resultados están a la vista”, sostuvo.
“Asimismo, se ha iniciado la aplicación de las dosis de refuerzo para el personal de salud en primera instancia y después a las demás personas priorizadas. En fin, la vacunación sigue a buen ritmo en todo el país”, concluyó.hondudiario/AB