*** Visión Mundial presentó en Tegucigalpa la campaña de prevención de abuso sexual infantil “Transforma mi Mundo”.
La violencia sexual contra las niñas y niños en Honduras “está incrementando” y “tenemos que hacer algo para detenerlo”, advirtió este martes la organización humanitaria Visión Mundial.
Al respecto, la directora de país de Visión Mundial, Karen Ramos, pidió que desde la sociedad civil y las diferentes organizaciones “podemos hacer algo más allá” e influir en decisiones, presupuestos y agendas para defender a los infantes y demás víctimas de abuso.
Ramos insistió en que las personas deben conocer la situación y denunciar cada vez que sepan de una violación contra los niños y niñas.
Además, se debe trabajar con la niñez enseñándole a identificar los momentos de peligro, pedir ayuda y denunciar a los que intenten abusarlos, planteó.
Ante una problemática que puede ser imperceptible, Visión Mundial presentó en Tegucigalpa la campaña de prevención de abuso sexual infantil “Transforma mi Mundo”.
La campaña tiene como objetivo “visibilizar la problemática de abuso sexual infantil en Honduras y sensibilizar y concienciar sobre sus graves efectos, fortalecer conocimientos de los actores clave para identificar, atender y referir el público meta que son las niñas y los niños, padres, madres y cuidadores públicos en general”, detalló Ramos.
Un problema grave
El abuso sexual infantil es un fenómeno de violencia hacia la niñez de “suma preocupación” en Honduras. En el año 2022 conforme a datos estadísticos del Ministerio Público cada 4 a 5 horas se reporta un caso de abuso sexual infantil.
La organización humanitaria señaló que el abuso sexual en infantes “sigue siendo un grave problema en Honduras”, afectando a miles de niñas y niños cada año, siendo las niñas las más perjudicadas.
Según datos de la Secretaría de Derechos Humanos de Honduras, se registraron más de 3,000 casos de abuso sexual infantil en 2022, lo que representa un aumento del 20 por ciento en comparación con el año anterior.
La mayoría de los casos ocurren en el hogar de la víctima, con un alto porcentaje del 90 por ciento de los agresores siendo familiares cercanos o conocidos de confianza. La falta de medidas preventivas y la impunidad para los agresores son factores que contribuyen a la persistencia de esta problemática.
El abuso sexual infantil puede tener efectos devastadores en la salud mental y física de las víctimas, incluyendo depresión, ansiedad, y, en algunos casos, suicidio. Además, puede tener consecuencias a largo plazo en su desarrollo emocional y cognitivo, alertó la organización.
En respuesta, Visión Mundial consideró que es esencial que se tomen medidas para prevenir este delito y para garantizar la justicia para las víctimas. Esto incluye programas educativos para informar a los niños y sus familias sobre la prevención del abuso sexual, la capacitación de los profesionales de la salud y la justicia para identificar y tratar adecuadamente los casos de abuso, y la aplicación efectiva de la ley para procesar y sancionar a los agresores.
El impacto “es terrible”
El impacto del abuso sexual contra los niños “es terrible”, comentó durante el foro la fiscal del Ministerio Público, Jenny Mendoza.
Los casos de abuso sexual “generalmente” ocurren en el entorno, donde el niño y la niña se desenvuelve, y cuando ocurre un episodio “hay una ruptura en la familia” porque en “muchas ocasiones” al niño no se le cree, planteó en un principio Mendoza.
La fiscal reveló que el ente acusador del Estado recibe muchos casos que al final no tienen una culminación, pues los niños y víctimas “son manipulados”.
Mendoza expuso que las víctimas de abuso se enfrentan a varias situaciones negativas, desde que no son tomados en cuenta, hasta el punto de sentirse culpables por provocar una ruptura familiar por denunciar el acoso.
Finalmente, comentó que, desde el Ministerio Público, trabajan en la prevención y cuando se detecta un caso pueda llegar “inmediatamente” a la Fiscalía para iniciar la investigación, ya que los niños necesitan que alguien “hable por ellos”.
En la parte psicológica el impacto que tienen los niños y niñas abusados es “totalmente negativo”, lamentó Joselyne Irias, psicóloga terapeuta de Casa Alianza.
En el mismo foro, Irias señaló que el acoso y el abuso impacta en la vida social, psicológica y física de la víctima. Los niños y niñas quedan llenos de traumas, miedos y “algo se quiebra” dentro de ellos.
La especialista igual coincidió en que en muchos de los casos “el agresor está en casa”. También esbozó que los niños en algunos episodios no se dan cuenta de que son abusados, hasta cuanto cumplen cierta edad.
“Esos niños que han sufrido abuso sexual están en constante temor, no tienen esperanza”, ahondó.
El foro concluyó en que el Gobierno de Honduras y la sociedad civil deben trabajar juntos para proteger a los niños y niñas del abuso sexual y brindar el apoyo necesario a las víctimas para que puedan sanar y recuperarse. OB/Hondudiario