*** En defensa de nuestra salud y de nuestras comidas exigimos platos y campos libres de plaguicidas.
Mario Renán Funes Caballero/MSc. Cambio Climático
Muchos municipalidades de Honduras, dan el permiso de explotación de una tienda de agropecuarios (uso de pesticidas y plaguicidas), sin medir las consecuencias al futuro, y el sector agrícola no supervisa su manejo y seguridad, de estos tiendas de venta agropecuarios esta contiguo bodega de venta de granos o una casa de habitación familiar, la supervisión de los dos colegios de ciencias agrícolas en Honduras, son nulas, no saben si existen los regentes debidamente colegiados, y su venta es al mejor postor, hay una contaminación cruzada, que el tiempo es testigo del daño al medio ambiente, cambio climático y a los seres humanos, y las consecuencias al futuro.
Es importante para las autoridades de gobierno, retomar el problema y ser severos con las sanciones y con el cierre de agropecuarios, que no cumplen con los reglamentos sanitarios (Legislación de plaguicidas en Honduras 2,000), porque existen leyes en el país, y hay que cumplirlas, es urgente.
Los plaguicidas comenzaron a usarse en la década de 1940, después de la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, se desarrollaron y utilizaron pesticidas.
Existen cinco generaciones actualmente, las cuales son: organofosforados, clarinados, carbamatos piretroides y neonicotinoides, para combatir insectos y mejorar la producción agrícola. Este avance tecnológico llevó al uso generalizado de plaguicidas en la agricultura y la agroindustria, lo que tuvo un impacto significativo en el medio ambiente y la salud humana. Los plaguicidas son productos químicos sintéticos, diseñados para eliminar plagas de cultivos agrícolas y protegerlos de enfermedades. Estos productos pueden ser de origen sintético y orgánico.
En la mayoría de los países, la regulación del uso de plaguicidas en cultivos recae en las autoridades sanitarias y agrícolas del gobierno, que establecen normativas y controles para garantizar su uso seguro y minimizar los impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente.
Los plaguicidas deben ser utilizados siguiendo estrictamente las instrucciones de uso indicadas en las etiquetas de los productos, en español, así como las normativas y recomendaciones de las autoridades sanitarias y agrícolas. Es importante llevar a cabo una correcta gestión y manejo de los plaguicidas, como el almacenamiento adecuado, la aplicación en dosis recomendadas, el uso de equipos de protección personal y la eliminación adecuada de los envases vacíos y sobrantes.
Además, es fundamental promover prácticas agrícolas sostenibles que reduzcan la dependencia de los plaguicidas y fomenten métodos alternativos de control de plagas, como la agricultura orgánica, el control biológico o el uso de variedades resistentes. Esto contribuirá a proteger la salud de los agricultores, consumidores y el medio ambiente a largo plazo.
Si no hay control del uso inadecuado de plaguicidas, se pueden esperar graves consecuencias para la salud humana y el medio ambiente.
Algunos de los posibles impactos negativos incluyen:
Contaminación del suelo, agua y aire: El uso excesivo de plaguicidas puede provocar la contaminación de los recursos naturales, lo que puede afectar la calidad del agua potable, la fertilidad del suelo y la calidad del aire.
Daños a la biodiversidad: Los plaguicidas pueden tener efectos devastadores en la flora y fauna silvestre, afectando a las poblaciones de insectos, aves, mamíferos y otros organismos que forman parte de los ecosistemas.
Riesgos para la salud humana: La exposición a plaguicidas puede causar problemas de salud en las personas, como irritación de la piel, problemas respiratorios, enfermedades crónicas y hasta cáncer en casos extremos.
Resistencia de plagas y enfermedades: El uso indiscriminado de plaguicidas puede generar resistencia en las plagas y enfermedades, lo que conduce a la necesidad de usar cantidades cada vez mayores de químicos para lograr el mismo efecto.
Si no se controla el uso inadecuado de plaguicidas, se corre el riesgo de tener impactos negativos graves en la salud humana y el medio ambiente, que pueden ser difíciles de revertir. Es fundamental implementar medidas de control y regulación para asegurar un uso responsable y sostenible de estos productos químicos.
El uso inadecuado de plaguicidas está causando graves daños al medio ambiente y a la salud de los seres humanos. Algunos de los efectos negativos de los pesticidas y plaguicidas en el medio ambiente incluyen la contaminación del agua, la degradación del suelo, la disminución de la biodiversidad y la contaminación del aire.
Además, el uso inadecuado de plaguicidas puede tener serias consecuencias para la salud humana, ya que muchas de estas sustancias son tóxicas y pueden causar problemas como intoxicaciones agudas, enfermedades crónicas, trastornos hormonales, daños en el sistema nervioso central, entre otros.
Es importante tomar medidas para reducir el uso de plaguicidas y promover prácticas agrícolas más sostenibles y adecuadas, como el uso de métodos de control de plagas naturales, la rotación de cultivos y la agricultura orgánica ecológica, la parmacultura la agricultura regenerativa. De esta manera, se podrá proteger tanto el medio ambiente como la salud de las personas.
Las personas expuestas a plaguicidas pueden desarrollar diversos tipos de cáncer, dependiendo del tipo de plaguicida y la duración y frecuencia de la exposición. Algunos de los tipos de cáncer que se han relacionado con la exposición a plaguicidas, Sin embargo, es importante tener en cuenta que la relación entre los plaguicidas y el cáncer no es completamente comprendida y se continúa investigando.
Una tienda de venta de agropecuarios como debe manejar los pesticidas y plaguicidas y qué papel juega un ingeniero agrónomo como regente. Debe seguir estrictas normas y regulaciones para garantizar la seguridad de los trabajadores, los cultivos y el medio ambiente.
Algunas de las medidas que deben seguir son:
Capacitación adecuada: Todos los trabajadores del agro servicio que estén involucrados en el manejo de plaguicidas deben recibir capacitación sobre su correcta manipulación, aplicación y almacenamiento.
Uso adecuado de equipos de protección personal: Los trabajadores deben usar el equipo de protección personal adecuado, como guantes, mascarillas, overoles, entre otros, para evitar la exposición a los plaguicidas.
Almacenamiento seguro: Los plaguicidas deben ser almacenados en áreas seguras, alejadas de fuentes de calor y en recipientes adecuados para evitar derrames y contaminación.
Manejo responsable de residuos: Los residuos de plaguicidas deben ser eliminados de forma segura, siguiendo las normativas locales o regionales.
Ingeniero agrónomo como regente certificado, este profesional juega un rol clave en la supervisión y coordinación de las actividades relacionadas con el manejo de pesticidas.
Algunas de las responsabilidades que puede tener un ingeniero agrónomo.
Planificación y elaboración de programas de manejo integrado de plagas que minimicen el uso de plaguicidas químicos sintéticos.
Supervisión de la aplicación de plaguicidas, asegurando que se sigan las normas de seguridad y las dosis recomendadas por los fabricantes (lectura de etiqueta).
Monitoreo de los cultivos para detectar posibles problemas con plagas o enfermedades y recomendar medidas preventivas o curativas.
Asesoramiento técnico a los agricultores sobre el manejo adecuado de plaguicidas y la implementación de prácticas agrícolas sostenibles.
Una tienda de venta de agropecuarios que se dedique al manejo de plaguicidas debe contar con profesionales capacitados, como ingenieros agrónomos colegiados, para garantizar un uso seguro y responsable de estos productos químicos en la agricultura.
En cuanto al papel de un ingeniero agrónomo como regente en un agro servicio, este profesional certificado, juega un rol clave en la supervisión y coordinación de las actividades relacionadas con el manejo de pesticidas y plaguicidas.
Conclusiones
No existe en el país y en general en países en subdesarrollo la capacidad tecnológica para la disposición final de estos productos (destrucción térmica y procesos de oxidación avanzada) y por otro lado no existen los recursos adecuados y suficientes para transportarlos y tratarlos a países que disponen de la infraestructura por lo que su disposición final puede durar varios años.
Entonces estaremos obligados a ver como se destruye el medio ambiente y la salud humana los ecosistemas, a observar impávidos su destrucción o esperar una adecuada autorregulación y un autoconsumo de estos materiales que genere una cadena de enfermedades crónicas, ante la mirada impávida de las autoridades agrícolas, ambientales y administrativas de este país.
No esperen que vengan de otro planeta a resolver el problema. Es hoy sus decisiones. Por su país Honduras y la salud de los seres humanos y medio ambiente. Salvemos el planeta tierra. Es ahora, más tarde no. Hay una contaminación irreversible para la salud.
