*** En su comunicado, los obispos rechazan cualquier “actitud autoritaria” o “manipuladora” dentro del proceso electoral y la vida política en general.
La Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) emitió este viernes un comunicado para exigir “respuestas transparentes” a la denuncia del Tratado de Extradición con los Estados Unidos, la construcción cárcel en Islas del Cisne, la no instalación de la CICIH y el acercamiento “ideológico” con países que no favorecen libertad.
Además, rechazó toda manipulación electoral y pide al Gobierno decisiones sin “intereses particulares”.
Los obispos ven “con esperanza” el inicio del proceso electoral en Honduras, confiando en que este se desarrollará conforme a las leyes del país y en sintonía con los valores comunes de la sociedad. Recuerdan que la Constitución de 1982 ha permitido el periodo democrático más largo en la historia de la nación, por lo que instan a continuar fortaleciendo los principios que sostienen el sistema democrático.
En su comunicado, los obispos rechazan cualquier “actitud autoritaria” o “manipuladora” dentro del proceso electoral y la vida política en general. Critican las posturas desligadas de la verdad y exentas de humildad, las cuales, aseguran, contribuyen a generar un clima político tóxico y lleno de acusaciones estériles. Dichas actitudes, afirman, solo sirven para imponer visiones partidistas que frenan el avance de la democracia basada en el diálogo y el consenso.
A juicio de los prelados, cualquier acción que atente contra la estabilidad política y social es una grave ofensa tanto para los ciudadanos como para el orden establecido por Dios, quien busca el bien común del pueblo. En este sentido, recalcan que el próximo proceso electoral debe estar protegido de todo abuso de poder que vulnere las leyes e instituciones del Estado.
La CEH subraya la importancia de garantizar la independencia de los órganos encargados de administrar las elecciones, advirtiendo que cualquier forma de coacción sobre sus coordinadores sería un atentado contra la democracia. Exigen que el proceso electoral se desarrolle con total transparencia y sin interferencias indebidas.
Los obispos también hacen un llamado a los partidos políticos y precandidatos a conducir sus campañas con respeto y dignidad, destacando la necesidad de rendir cuentas sobre los fondos invertidos en propaganda política. Piden a los actores políticos que se abstengan de usar la ofensa y la descalificación como herramientas de campaña, enfocándose en cambio en la presentación de propuestas concretas para el desarrollo del país.
En su mensaje, los líderes eclesiásticos resaltan que todos los hondureños tienen derecho a vivir con dignidad, especialmente los más desfavorecidos. Recuerdan que es deber de los dirigentes políticos asegurar que los sueños de la población no se vean truncados y que se trabaje por un futuro que promueva la paz, la prosperidad y los derechos humanos.
Los prelados expresan su firme confianza en el sistema democrático de Honduras, destacando la importancia de la estabilidad política como base para el desarrollo económico y social. Alientan a los ciudadanos a mantener su esperanza en un futuro mejor y a seguir el ejemplo de Jesucristo, la luz que guía a los pueblos hacia la verdad y la libertad.
Asimismo, los obispos comparten varias preocupaciones sobre situaciones que consideran requieren una respuesta clara por parte de las autoridades. Entre ellas, mencionan la reciente denuncia del Tratado de Extradición, el cual brindaba al menos una esperanza de justicia ante la ineficiencia de los órganos judiciales hondureños.
El comunicado también critica la construcción de una cárcel de máxima seguridad en la Isla del Cisne, que los obispos consideran un proyecto costoso e inadecuado para una zona de alta biodiversidad. Insisten en la necesidad de establecer la CICIH, institución que había generado grandes expectativas en la población para combatir la corrupción en el país.
En relación con los defensores del medio ambiente, los prelados denuncian el alto grado de indefensión en el que se encuentran y piden que la justicia enfoque sus esfuerzos en detener a los verdaderos culpables y no en perseguir a las víctimas. Además, critican el acercamiento ideológico del gobierno con países que, a su juicio, no favorecen la libertad y el desarrollo de sus pueblos.
Por último, los obispos recuerdan con admiración a Juan Antonio López, defensor del medio ambiente, cuya memoria y lucha, dicen, debe inspirar a los hondureños a trabajar por la paz sin miedo. Insisten en que la última palabra nunca la tendrán aquellos que se han apartado de Dios y de sus hermanos por enriquecerse a costa de la injusticia y la violencia. OB/Hondudiario