*** La fuente económica reconoció que las exoneraciones no han sido bien manejadas, pero algunas sí tienen cierto impacto.
El director del Foro Social de la Deuda externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Mauricio Díaz Burdett, señaló que la eventual Ley de Justicia Tributaria que impulsa el Gobierno desde el Ejecutivo “es una insensatez” bajo las actuales condiciones de la nación centroamericana.
“El mayor impacto más bien lo podría tener la clase alta, las 10 familias que dice el SAR (Servicio Administrador de Rentas) es absolutamente real, una gran cantidad de pequeña y mediana empresa no reciben exoneraciones que son las que en realidad generan la mayor cantidad de empleos”, expuso.
Aun así, “no se niega que hay algunas iniciativas que están planteadas ahí que requieren revisión, que a la larga podrían incrementar el costo de la vida y que absolutamente puede impactar en el bienestar de la clase media y aún más de la clase pobre”, advirtió.
En otras palabras, “se necesita una medición de impacto de cada iniciativa fiscal o monetaria que el país emprenda y quiera aprobar, no debe ser (no quiero usar una palabra grosera), pero no puede ser como se resuelve con la insensatez diciéndolo de la manera más suave”, zanjó.
Además, cuestionó que apenas el 11 por ciento del Presupuesto General ha sido ejecutado por parte de la administración central.
“Existe una muy pero muy baja ejecución presupuestaria, es cierto que el tamaño del Presupuesto Público creció significativamente, pero también es cierto que las Secretarías de Estado, las instituciones que reciben recursos, pues no hacen lo suficiente, lo necesario, para que ese nivel de ejecución de recursos se dé”, dijo.
Para aplicar unas reformas fiscales, señaló que es necesario un ambiente armonioso en el país para el diálogo y lograr acuerdos.
“De la manera que se plantea (las reformas) por exabruptos desmedidos, Fosdeh cree que el nivel de incertidumbre y de riesgo en el país se acrecienta, así como la división de la familia hondureña”, apuntó.
La fuente económica reconoció que las exoneraciones no han sido bien manejadas, pero algunas sí tienen cierto impacto.
Finalmente, lamentó que la pobreza en Honduras sea sostenible debido al diseño de la política pública.
Dicho de otro modo, no se ve por ningún lado que, en el pasado y presente, la pobreza disminuya, a pesar de que más o menos en 10 y 12 años se han invertido en nombre de la pobreza 455 mil millones de lempiras, desglosó. OB/Hondudiario